donostia - A falta de un médico que diese la cara para explicar los motivo por los que el mejor jugador de la temporada se pierde la segunda vuelta entera, fue el propio Imanol Agirretxe quien sacó la cara por la actuación del club en su lesión. El usurbildarra reconoció que su evolución es buena: “Poco a poco voy mejorando. Son tres semanas desde la operación. La evolución está siendo buena y me siento con ganas e ilusión de hacer más cosas”.

Su cronología de lo acontecido desde que Keylor Navas le destrozó el tobillo fue la siguiente: “Una situación que ha ido para largo. La lesión se produce contra el Madrid, tras consultarlo con los médicos, parece que es un esguince bastante potente. Me empiezo a recuperar y a las tres semanas vemos que el tobillo ya está bien, pero que hay zonas que no se recuperan. Empezamos a consultar con otros especialistas y nos dicen que lo mejor es esperar, porque un porcentaje alto de futbolistas que sufren alguna dolencia parecida se recuperan. Ya llevábamos un mes y probablemente en otro ya podría estar recuperado. Aunque, bueno, también se insistía en que algunos no lograban ponerse bien y tenían que pasar por el quirófano. En ese momento nadie nos decía que lo mejor era operar. Hicimos un tratamiento conservador y al final no he podido evitar el quirófano. Mi intención era la de acabar jugando la temporada. En febrero si me operaba, decía adiós a la campaña. Creo que merecía la pena esperar. La intención era la de dejar el tobillo bien para empezar la pretemporada junto al resto del equipo. La idea es esa, o al menos en pocos días”.

La afición y todos los estamentos han sufrido a su lado: “Me he sentido muy apoyado y muy querido. La gente ha estado muy encima y se ha preocupado mucho por mí. Siento el cariño de toda la gente, de los aficionados, lo cual es muy importante”.

Agirretxe reconoce que es su primera lesión importante: “Es así, se hace duro estar tanto tiempo fuera sin poder trabajar con los compañeros, pero de todo se aprende y me servirá para un futuro. Lo estoy llevando bien y también me motiva el saber que la próxima temporada voy a empezar como uno más”.

Su vida ha cambiado radicalmente: “Aparte de no tocar ni un balón, estoy metiendo muchas más horas en rehabilitación en Zubieta, casi estoy 24 horas pendiente del tobillo, que es duro, pero es lo que me ha tocado vivir y lo que voy a hacer. Al operarme más tarde sé que no voy a poder disfrutar de vacaciones, pero las pasaré entrenando. Estaba dispuesto a renunciar para poder jugar”.

Lo peor de todo es que la lesión ha truncado su mejor campaña: “Estaba siendo una campaña muy buena. Veía puerta con facilidad, con confianza y me sentía más maduro. Es una pena que se me haya cortado la racha. Al menos, fue por un impacto; hubiese sido más duro hacérmelo solo. Quiero seguir el camino que he abierto este año”.