La paradoja de Eusebio
cambio de estilo la real ha logrado sus últimas cinco victorias con menos posesión de balón, pese a que era una de las máximas cuando llegó el técnico, que estudia mucho al rival
donostia - Todos podíamos imaginar la propuesta que iba a plantear Eusebio Sacristán a su llegada a la Real. Formado en la escuela del Barcelona y aprendiz de Johan Cruyff, cuya admiración por su figura ha quedado manifiestamente demostrada tras su fallecimiento, el lasecano aterrizó en Anoeta con una declaración de intenciones marcada por un fútbol de posesión y toque, con una presión adelantada y con un 4-3-3 como sistema de juego. Los jugadores agradecieron el cambio y en el club todos los estamentos coincidieron en que la propuesta se ajustaba mucho mejor a las señas de identidad del plantel. Sin embargo, y pese a que ayer se vivió una resaca feliz en Gipuzkoa por el valioso triunfo en uno de los estadios más inaccesibles de Europa, llama la atención que las últimas cinco victorias de la Real han llegado gracias a otras virtudes que nada tienen que con el control del juego y el dominio, como intensidad, garra y carácter.
En todas ellas, el rival tuvo más posesión que los blanquiazules. El Sevilla, por ejemplo, fue el que más abrumó a los donostiarras en este capítulo, con un 65,2%. Curiosamente, el mismo dato que tuvo el Espanyol ante la Real, y eso que aquel encuentro en Cornellà finalizó con un contundente 0-5. El Athletic también sometió en este sentido a los blanquiazules con un 60,5% que no impidió el 0-1 y, quizá hasta en las estadísticas menos esperadas, tanto el Betis como el Granada, con un 53,9% y un 51,5% respectivamente, también les superaron en posesión pese a acabar derrotados.
No se puede decir que Eusebio sea un entrenador cobarde, porque está acreditando tener mucha personalidad al no importarle hacer muchos cambios. Se trata de un técnico que prepara cada encuentro muchas veces en función del rival y no admite discusión que en Sevilla, con una apuesta arriesgada y sorprendente, acertó casi de forma plena. Por el momento no ha tenido problemas en variar y corregir notablemente sus planteamientos cada fin de semana, algo que está funcionando bien en la Real, ya que cuando ha traicionado el estilo que más le gusta y predicaba es cuando mejores resultados está obteniendo. En el Calderón patinó por completo, por lo que hay mucha expectación en conocer cómo preparará la próxima visita del Barça.