La Real perdió ayer en Vigo un partido en cuyo acta oficial figurará por los siglos de los siglos Carlos Vela. Entiendo a Eusebio, un tipo sensato e inteligente que ha sido futbolista y que, por tanto, conoce de primera mano una de las máximas más importantes de este deporte: los jugadores mandan. Si la plantilla se posiciona respecto a cualquier cosa y el entrenador lo hace en el sentido contrario, está muerto. Eusebio muerto. Y la Real, en medio, mal parada. Por lo tanto, es mejor el remedio que la enfermedad.

La enfermedad la conocemos todos a estas alturas. Carlos Vela incurrió el pasado fin de semana en una falta de respeto inaceptable a todas luces. Y el técnico le ha indultado a instancias de una plantilla a la que, me da la impresión, se juzga muchas veces de forma injusta. A los jugadores les caen de todos los colores cuando su supuesto pecado consiste simplemente en salir a un campo y jugar mal, tardes de desacierto que en el deporte están a la orden del día y que sin embargo se elevan con demasiada facilidad a una categoría cercana al crimen contra la institución. Luego, a esos mismos futbolistas se les aplaude con las orejas cuando median ante sus superiores para salvar a un compañero de una sanción más que merecida. Pues bueno. En el vestuario manejan mucha más información de la que yo dispongo. Pero por mucho que lo intento no termino de aceptar todo lo ocurrido.

Como tampoco me gustó que el susodicho Vela fuera suplente ante el Celta. No entiendo las medias tintas. Lo suyo resultó como para dejarle en Donostia. Y si le levantas el castigo, lo levantas con todas las de la ley, poniéndole en el campo, porque está sin duda entre los once mejores del equipo. El de Cancún salió en la segunda parte, le bastaron un par de pinceladas para cambiar algo la cara txuri-urdin, y luego terminó luciendo el brazalete cinco días después de no presentarse a un entrenamiento. Toma ya esa. También ayudó a la mejoría retrasar a Reyes, que en partidos a campo abierto no es pivote ni de lejos. Pero no resultó suficiente. Qué Liga más larga.