donostia - La plantilla de la Real Sociedad se entrenó durante la mañana de ayer en las instalaciones de Zubieta, en una sesión que contó con la participación de Carlos Vela. Así lo comunicó el club tras el trabajo a puerta cerrada de los txuri-urdin, solo 24 horas después de informar de que el mexicano quedaba apartado del grupo de forma indefinida por su acto de indisciplina, al no presentarse el lunes en Zubieta tras pasar una noche de fiesta en Madrid. El delantero maya ofreció sus explicaciones el miércoles a directiva, cuerpo técnico y futbolistas. Transcurridas unas horas de su aterrizaje en Donostia y maduradas sus palabras, el arrepentimiento mostrado ha sido interpretado por el vestuario como espontáneo y verdadero, lo que ha provocado un giro de 180 grados respecto a lo vivido hace apenas dos días con el de Cancún momentáneamente apartado.
Xabi Prieto, capitán blanquiazul, lo explicó ayer en los micrófonos de Radio Marca. “Vela nos contó el miércoles lo que había pasado, que estaba arrepentido. Le vimos triste. Comprobamos que sus palabras eran sinceras. A partir de ahí, nos reunimos y pensamos que lo mejor para el grupo, para él y para el club es que pueda entrenar con todos. Al míster le ha parecido bien”, relató el jugador blanquiazul, mediante una última alusión a las conversaciones mantenidas con el entrenador.
eusebio delegó A lo largo de todo este proceso, Eusebio siempre ha preferido caminar con pies de plomo y no tomar decisiones precipitadas. En primera instancia, en una jornada complicada para todos, sobre todo para el futbolista, optó el miércoles por que Carlos Vela se ejercitara al margen. Pero al mismo tiempo insistió al departamento de comunicación del club en que el anuncio al respecto especificara que la decisión se refería únicamente, por el momento, a aquella jornada. El de La Seca prefería esperar a ver cómo transcurrían las primeras horas en Zubieta tras la llegada de Vela. Y, dentro de la gravedad de los hechos acaecidos, la sensación entre bambalinas apunta a que, lejos de mostrar indiferencia, Vela se encuentra realmente afectado.
Así, el preparador txuri-urdin aceptó ayer de buen grado el diagnóstico del vestuario y dio luz verde a la reincorporación a la disciplina de trabajo del futbolista mexicano. Este participó en el entrenamiento dispuesto en las instalaciones de Zubieta, y hoy volverá a hacerlo en la sesión que Eusebio ha programado a mediodía. El técnico también se pasó ayer por los festejos del primer aniversario de Radio Marca Donostia, y no descartó la inclusión de Vela en la convocatoria para Balaídos. “Ya lo veremos. Todavía no he tomado la decisión”, comenzó analizando. “Es que la decisión la tomaré en el momento en que tenga que adoptarla”, agregó. “Todavía tengo un entrenamiento por delante (el de hoy) en el que pueden pasar muchas cosas. Tengo que ver cómo está Carlos físicamente, anímicamente, cómo es su relación con los compañeros...”.
buena relación De las palabras de Eusebio se desprende que querrá comprobar si, más allá del perdón recibido por parte del vestuario, la relación entre Vela y la plantilla es la misma de siempre o si resulta algo más fría ahora. En este sentido, todo apunta a que el técnico no detectará hoy ningún tipo de tensión, ya que ayer el propio capitán txuri-urdin se encargó de destacar la trayectoria del mexicano. “A pesar de recibir muchos golpes, de ser como la estrella del equipo, Carlos siempre había mostrado una predisposición absoluta para participar en todos los entrenamientos, incluidos los de recuperación. Todo el mundo se merece una oportunidad”, indicó Xabi Prieto.
Al varapalo recibido por el mexicano el miércoles le siguió una jornada de regreso a la teórica normalidad, una mezcla de sensaciones que puede explicarse desde las palabras pronunciadas ayer mismo por Eusebio. “Desde que entreno me he hecho a la idea de que tengo que tratar a los jugadores como a mis hijos. Debo exigirles lo máximo, pero también darles el cariño necesario para que colaboren en la consecución del objetivo colectivo”. Todo va a quedar, por tanto, en una fuerte multa económica del club.