Lucas tiene 21 años. Yo le admiro. Es una mala bestia. Entrena a diario como si no hubiese un mañana. Siempre con una sonrisa en la boca. Tiene una capacidad de superación envidiable. Cuando le ves trabajar en el gimnasio Equilibrium, donde afinan su puesta a punto y tratan de menguar el evidente déficit que arrastra respecto a sus contrincantes en recursos para ejercitarse en la nieve, llegas a preocuparte por la forma con la que le exprimen sin piedad. Le encantan los tatuajes. En las últimas semanas se ha quitado un par y se ha puesto dos más. Uno de ellos, en el muslo de su pierna derecha que reza una pregunta que siempre le hacía un entrenador: Zer izan nahi duzu zure bizitzan? (“¿Qué quieres ser en tu vida?”). La respuesta siempre fue la misma: “Quiero ser el mejor”. El pasado mes de marzo este rider donostiarra pasó a la historia al proclamarse campeón de la Copa del Mundo de Snowboard Cross, un hito memorable en el deporte de montaña español.

Nico tiene 24 años. También es campeón del mundo, pero sin título oficial. Hace un año sufrió un accidente gravísimo en moto que le causó severas lesiones en el cerebro. Después de dos meses en coma, despertó y paso a paso, día a día, ha ido protagonizando un avance en su camino hacia la recuperación total (sí, esa es tu meta, amigo). Si le conoces, es imposible no quererle. Dibuja una sonrisa en todas las personas con las que habla. Seductor y agradecido a la vida por la segunda oportunidad que le ha brindado, su espíritu y su eterno buen humor son sencillamente prodigiosos. Su ejemplo es un espejo en el que debería mirarse cualquier persona que sufra una minusvalía física.

Las historias de estos dos hermanos son tan impresionantes, que el rider y su amigo Lucas Sáez decidieron relacionarlas en un vídeo que ya se ha convertido en uno de los mensajes de motivación más emocionantes que se hayan hecho en el mundo del deporte. La pieza, que ya ha ganado premios, no tiene pérdida y viene a colación de esta previa del Barcelona-Real, porque sería fantástico que Eusebio, preparado en técnicas psicológicas, se lo pusiera a sus jugadores para que creyeran en que es posible puntuar en el Camp Nou.

El que habla es Nico, que protagoniza una actuación sobrecogedora, sobre unas imágenes de Lucas entrenando y deslizándose con su imponente figura sobre la nieve: “Hay momentos en los que la vida te pone a prueba. Momentos en los que todo da un giro y te replanteas cada paso que te ha llevado hasta donde estás. Es ahí cuando no ves la salida, solo te queda pelear. La mayoría dejan de luchar y abandonan sus sueños. Empiezan a morir por dentro. Luego están los luchadores. Aquellos que no encuentran límites, que lo arriesgan todo. Que la vida es dura hermano, eso ya lo sabemos. En especial tú, que si fuera fácil, todo el mundo lo haría. Que el camino está lleno de piedras, eso ya lo sabemos. Y también que caeremos muchas veces. Pero del mismo modo nos levantaremos para seguir adelante. Como lo hice yo. Como lo harás tú. Nadie va a luchar por ti. Hay que apostarlo todo. Ahora quiero que hagas realidad tu sueño, así como tú soñaste que yo hacía realidad el mío. Estamos juntos en esto. Tú con tu lucha y yo con la mía. Diferentes batallas pero un mismo fin. Mira hasta dónde has llegado. Hermano, esto no ha hecho más que empezar”.

El Eguibar mayor habla de algo mucho más importante que el fútbol, la vida. Pero la Real tiene que salir con la misma actitud al coliseo azulgrana. Son 17 visitas sin puntuar, viaja con bajas importantes y enfrente va a estar el mejor equipo del mundo, pero la camiseta con la que va a saltar al campo, la txuri-urdin, tiene alma y ha sido capaz de superar muchas barreras a lo largo de su centenaria historia. Nada es imposible y son muchas las personas o héroes anónimos que lo rozan a diario superándose a sí mismos, a sus enfermedades o lesiones. ¿Por qué no podéis hacerlo vosotros? Estamos juntos en esto, vosotros y vuestra afición, que cree y confía en vosotros.

El cachondo de Nico me explicó ayer al felicitarle que la gente le estaba comentando que la verdadera estrella del vídeo era él. “Os llamaré desde Hollywood”, me dijo con esa mirada picaresca con la que siempre busca comprobar si le has entendido bien y te ríes. La Real retará a sus propios límites hoy en el Hollywood del mundo del fútbol. “Nadie va a luchar por ti”. ¡A por ellos!