Bruma no tiene mucha experiencia en derbis. Solo ha jugado dos. Uno y uno. Pero tan corta trayectoria en duelos de rivalidad especial le ha servido para conocer de primera mano enfrentamientos con mucha solera, el lisboeta y el de Estambul. No tuvo suerte, perdió ambos, una estadística a la que tratará de dar la vuelta el domingo ante el Athletic.

El extremo de origen guineano no completó ni media temporada en la primera plantilla del Sporting. Debutó en ella el 10 de febrero de 2013. Y seis meses después se marchó a Turquía. Le dio tiempo para disputar un duelo ante el Benfica en el que su equipo, de capa caída (aquel año terminó séptimo y ni siquiera se clasificó para Europa) cayó 2-0 a domicilio. El Sporting es el equipo de la zona céntrica de la capital portuguesa. Y, en líneas generales, los seguidores del Benfica corresponden a las zonas más periféricas de la ciudad.

Bruma decidió marcharse aquel mismo verano. Estuvo dos años en Estambul, pero solo pudo jugar un derbi ante el Fenerbahce, el club de la zona asiática de la ciudad. Su Galatasaray, el equipo del margen europeo del Bósforo, perdió 2-0 aquel encuentro, en el que el actual futbolista txuri-urdin actuó como titular.