Nueve días sin tregua
la real disputa este mediodía ante el saint johnstone escocés (14.30 horas) el segundo amistoso de su pretemporada, en la que acumula ya quince sesiones, dos partidos y dos viajes
donostia - La pretemporada de la Real no da tregua a sus futbolistas. A cuatro días de exigente trabajo físico a los pies de los Alpes, en Austria, les siguió el viernes un complicado partido contra el Celtic de Glasgow. Los jugadores que más minutos disputaron ante los verdiblancos se ejercitaron ayer a un ritmo menos elevado, y el resto de la plantilla, mientras, volvió a emplearse a fondo. Moyes sigue apretando las tuercas a los suyos, por mucho que para este mediodía se haya programado un segundo amistoso. Los txuri-urdin se miden en la localidad de Methil al Saint Johnstone (14.30 horas), el cuarto clasificado de la pasada liga escocesa.
La intención del entrenador reside en apostar por los futbolistas que no jugaron el viernes ante el Celtic o que menos protagonismo tuvieron, para seguir avanzando en una de las preparaciones más exigentes de los últimos tiempos en el club. Nueve años después de que ya lo hiciera José Mari Bakero, Moyes ha vuelto a instaurar las triples sesiones de trabajo veraniegas, desarrolladas los pasados lunes, martes y miércoles en Obertraun. Los jugadores las acusaron durante el primer partido de la pretemporada, pero a estas alturas el acondicionamiento de cara a la campaña en su totalidad prima sobre el rendimiento en los encuentros.
fuerte arranque La Real comenzó a ejercitarse el pasado sábado 4 de julio, en Zubieta. Desde entonces, en apenas nueve días, la plantilla blanquiazul acumula quince sesiones de entrenamiento, dos partidos amistosos (incluido el que hoy disputa) y dos viajes, desde Zubieta a Austria y desde Austria a Escocia. Esta primera fase del verano txuri-urdin, de gran carga física, concluirá mañana con el tercer duelo en tierras británicas, ante el Livingston, de la segunda división local. Los jugadores acumulan ya bastante cansancio en sus piernas, tras completar jornadas muy exigentes. Estas no lo han sido, en contra de la sensación generalizada, por culpa de la sesión de carrera continua previa al desayuno que se instauró durante la estancia en Obertraun. El ejercicio consistía en algo de trabajo aeróbico en ayunas a modo de activación, preparatorio de cara a los dos siguientes entrenamientos del día. Ahí sí, Moyes y el colaborador del club en cuanto a preparación física, David Billows, hacían sudar la gota gorda a sus pupilos.
La expedición blanquiazul regresa el martes a tierras guipuzcoanas, donde iniciará una segunda fase de su preparación. Hay partidos programados para el día 18 (20.45 horas) en Irun ante el Real Unión, y para el día 25 en Donibane Lohitzune contra el Toulouse. Después, entre los días 26 y 30, el equipo permanecerá en China, donde jugará un sexto amistoso contra el Rayo, el 29 de julio. Y al regreso a Zubieta quedarán tres semanas por delante para preparar el estreno liguero, previsto para el fin de semana del 22 y el 23 de agosto.
El plan de esos 20 días permanece aún en el aire, ya que solo está cerrado el amistoso del 16 de agosto en Zaragoza. La agenda de los de Moyes desde el viernes 31 de julio hasta la mencionada fecha permanece todavía libre de compromisos.