Hasta las últimas consecuencias

Resulta evidente que algo inesperado ha sucedido en los últimos 33 días, en la que quizá sea la cuestión más censurable por parte del club realista en este tema, por su llamativa falta de información. Lo que ha pasado es que se ha cruzado en mitad de la operación un club de Champions (previa mediante) como el Valencia, que no ha dudado en explotar el cabo suelto de la negociación, el OK definitivo del fondo, para tratar de hacerse con los servicios del argentino. Todo parece indicar que su oferta económica es mucho más elevada que la txuri-urdin, por lo que los propietarios se han mostrado muy receptivos con ellos en las negociaciones, lo que ha llevado a considerar, tanto en las oficinas de Mestalla como en los medios de comunicación levantinos, que el acuerdo está muy cercano.

El caso es que la Real sigue aparentemente tranquila, pese a que hay motivos sobrados para no estarlo. En el club realista consideran que tienen atado al futbolista y piensan apurar hasta las últimas consecuencias para defender sus derechos. Su sospecha es que algunos están faltando a la verdad en las conversaciones, puesto que los agentes les dicen que no tiene nada que ver con ellos el retraso de la firma y, cuando consigue hablar con sus interlocutores, el fondo le transmite que mantengan la calma, que en breve quedará todo finiquitado. Incluso ha llegado un momento en el que parece complicado creer a alguien.

Lo que tiene claro la Real es que si finalmente Rulli acaba en el Valencia, el asunto acabará en los juzgados. El gerente Iñaki Otegi ha presentado en la LFP toda la documentación que tienen sobre el tema, con emails cruzados con el Maldonado dando el consentimiento a sus correcciones reclamadas sobre su propuesta inicial por parte uruguaya y con el contrato firmado el 21 de mayo por Rulli, y el meta ya está inscrito como jugador de la Real para el próximo curso. Esto no es definitivo, pero sí consta como un reconocimiento más de que le ampara la razón.

Jokin Aperribay ya se ha puesto en contacto con el Valencia para explicarle que la cláusula de indemnización por incumplimiento del acuerdo asciende a 30 millones de euros y que podría ser condenado a hacer frente al pago como responsable subsidiario. Esto podría desencadenar una batalla judicial similar a la que se produjo con el Athletic en 2005 por el caso de Iban Zubiaurre, que acabó castigado a pagar 5 millones de euros. El año pasado, Ángel Caballero, su agente entonces, fue condenado a abonar 2,8 millones al de Mendaro por “negligencia”, algo que también deberán tener presente los representantes de Rulli, que podría quedarse sin jugar mientras se prolongue el litigio.

Entre tanto, el argentino agota sus últimos días de vacaciones en Cancún, tras haber disfrutado durante una semana en Disneyworld. Antes de partir de viaje con su novia dejó claro que su intención era desconectar y relajarse, por lo que no ha vivido la tensión por la demora en la puja por contratarle. En el club txuri-urdin confían en que le dé un impulso definitivo a su continuidad en Donostia con su vuelta a La Plata fijada para el sábado. En Anoeta no han recibido ninguna señal de que el argentino haya cambiado de opinión después de haber insistido en que quería continuar en la Real esta campaña y de que este verano el fondo le había prometido que podía elegir su destino.

El otro lado malo de todo este embrollo para la entidad txuri-urdin es que, como se esperaba, esta pugna no le va a salir gratis y se va a ver obligada a subir las cantidades pactadas en un principio para ponerse casi a la misma altura que lo ofrecido por el Valencia. Pese a todo, una voz autorizada de la negociación ya ha confirmado a este periódico que “existe un 90% de opciones de que Rulli siga en la Real”. El problema es que hace un mes, las probabilidades parecían del 100%. Seguirá...