donostia - La temporada ha sido irregular y decepcionante. Hasta los propios jugadores blanquiazules no han tenido problemas para reconocerlo a lo largo de la semana, en plena resaca del bochornoso 0-3 ante el Granada. Pero en medio de tanto desencanto, hay varios detalles de mérito dignos de destacar en el curso realista. El más importante, sin duda, los triunfos ante los tres gigantes de la competición en Anoeta. Era la quinta ocasión en la historia en la que el conjunto txuri-urdin conseguía un hito que no firmaba nadie en Primera desde que el Sevilla lo alcanzara en la campaña 2006-07.
En parte gracias a esas heroicas victorias, la Real se juega dos alicientes en su último encuentro en Vallecas. Uno ilusionante y el otro, para evitar una deshonra. El primero consiste en que, si logra sumar como mínimo un punto, será junto al Barcelona el único equipo de Primera que ha sumado contra todos sus adversarios esta temporada. Este logro y el número de puntos que ha sumado ante rivales situados en cualquier nivel de la tabla tiene sin duda mucho más mérito que valor en sí, y no hace más que confirmar la terrible irregularidad mostrada por los blanquiazules a lo largo de todo el curso. Por poner ejemplos, el Madrid no sumó ante el Atlético, los de Simeone y el Valencia frente al Barça y el Sevilla, contra el Madrid.
En el capítulo de reconocimientos, se debe colocar aparte de las tres victorias citadas, el 4-3 ante el Sevilla, mientras protagonizaba una segunda vuelta casi inmaculada y que, después de cinco años, ha roto por fin con el maleficio que le perseguía con el Levante, al que no derrotaba desde Segunda, con un 3-0 en Donostia.
En el otro lado de la moneda, se encuentran los puntos que los realistas se han dejado ante varios de los candidatos al descenso. Ante Almería y Granada, los de Moyes solo han conseguido un empate, un bagaje que no se ajusta a la diferencia que existe entre las dos plantillas. Lo mismo sucede con el Deportivo, a quien no han podido imponerse y con el que han empatado sus dos duelos. Sin olvidar, el doloroso 1-0 encajado en Ipurua en el estreno del campeonato.
Para alcanzar este estéril objetivo, los donostiarras están obligados a sumar en Vallecas, ya que en la ida celebrada en Anoeta, los de Paco Jémez se llevaron los tres puntos gracias a un gol en un saque de esquinado anotado por Manucho.
Pero no solo por este motivo necesita la Real regresar con botín de Madrid. En lo que respecta al aliciente menos atractivo, los guipuzcoanos se juegan evitar acabar siendo el peor visitante de la Liga. Actualmente se encuentran empatados en última posición con el ya descendido Córdoba, con once puntos en 18 encuentros. Confiemos en que los andaluces no puntúen en Ipurua, por las consecuencias que ello motivaría, por lo que, lo lógico es pensar que a la Real le valdría con un empate para evitar el farolillo rojo en esta clasificación.
No se puede olvidar que hasta la semana pasada el que ostentaba dicho deshonroso honor era el Granada con solo diez puntos, pero su sorprendente y convincente asalto de Anoeta le permitió superar a donostiarras y cordobeses. Por cierto que los andaluces han logrado dos victorias a domicilio, por solo una la Real, la que firmó en Getafe.
Salvo la campaña del cuarto puesto, los realistas han cosechado malos resultados lejos de su parroquia. Incluso con Martín Lasarte solo consiguieron diez puntos fuera.