Si a Jagoba Arrasate, un tipo comedido y al que no le gusta meterse en charcos, le sacaron de sus casillas fue por algo. Esos ostensibles gestos señalando el escudo de la Real reflejaban mucho más que una mera casqueta. "Somos la Real y tenemos nuestro orgullo; nosotros también tenemos escudo", una profunda sentencia que seguro que marca un antes y un después en el transcurrir del equipo txuri-urdin. El escudo del Barcelona, como el del Madrid, no debe servir de salvoconducto para que sus jugadores campen a sus anchas por los terrenos de juego. Eso tiene que erradicarse. Comenzando por este sábado en Anoeta, donde el conjunto azulgrana debe sentir que la Real y los suyos no van a permitir más injusticias y, bajo ningún concepto, menosprecios de ninguna clase. Vamos a mostrar a ese crecido Barça nuestro escudo.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
