REAL Riesgo; Gerardo, Labaka, Víctor López, Castillo; Garitano, Aranburu, Xabi Prieto, Vaughan (Novo, m. 60); Díaz de Cerio (Gari Uranga, m. 69) y Delibasic (Skoubo, m. 69).

SPORTING Roberto; Sastre, Gerard, Iván Hernández, Canella; Michel, Matabuena, Kike Mateo (Omar, m. 78), Morán (Pedro, m. 77); Diego Castro (Cámara, m. 87) y Barral.

Gol 0-1, m. 84: Diego Castro.

Árbitro Hevia Obras.

Estadio Anoeta (20-10-2007). Casi lleno con 4.000 asturianos en las gradas .

donostia. El Sporting se presentó en Anoeta tras completar el mejor arranque de su etapa en Segunda División. La Real no había entrado con buen pie en su nueva categoría y se encontraba en mitad de la tabla, justo cuando iba a comenzar a afrontar varios enfrentamientos directos.

Los de Coleman no completaron un buen encuentro ante el conjunto de Preciado, que supo frenar a los mejores jugadores blanquiazules. En un encuentro muy disputado, con más emoción que juego, los asturianos se llevaron el gato al agua gracias a un gol de Diego Castro en el minuto 84 en un remate dentro del área que llevó la locura a los 4.000 hinchas rojiblancos que invadieron Donostia.

SPORTING Roberto; Sastre, Gerard, Jorge, Canella; Iván Hernández, Matabuena, Pedro (Omar, m. 59), Bilic (Andreu, m. 90); Diego Castro e Hidalgo (Luis Morán, m. 59).

REAL Asier Riesgo; Carlos Martínez, Ansotegi (Gari Uranga, m. 84), Mikel González, Gerardo; Xabi Prieto, Aranburu (Garitano, m. 68), Martí, Nacho; Víctor (Delibasic, m. 64) y Díaz de Cerio.

Gol 1-0, m. 82: Bilic, en posición de fuera de juego de tres metros.

Árbitro Del Cerro Grande, madrileño.

Estadio El Molinón (22-3-2008). 25.000 espectadores, con unos 2.500 aficionados de la Real.

donostia. El Sporting se llevó los tres puntos y la plaza en puestos de ascenso de la Real gracias a un gol a falta de ocho minutos para el final de Bilic, que se encontraba en una flagrante posición de más de tres metros de fuera de juego. El colegiado Del Cerro Grande, con el que los gijoneses ganaron los cinco partidos que les arbitró, lo dio por válido y la Real no fue capaz de igualar al quedarse casi sin tiempo.

El conjunto de Eizmendi, que se había reforzado mucho y bien en el mercado de invierno, fue infinitamente superior antes del descanso. En la reanudación, los locales equilibraron la balanza, pero solo pudieron anotar de forma ilegal.