DONOSTIA. Eñaut Zubikarai, el joven guardameta que ayer asumió la titularidad en la portería de la Real Sociedad, tras la lesión de Claudio Bravo, y que fue uno de los destacados del encuentro contra el Hércules, se perfila como el portero de futuro del conjunto donostiarra para la próxima década.

Había un importante debate en San Sebastián sobre cuál sería la decisión de Martín Lasarte a la hora de elegir, entre Zubikarai y Asier Riesgo, al portero que jugaría frente al Hércules, y que se saldó en favor del primero.

Se desconoce hasta qué punto pudo influir en la decisión del técnico realista el hecho de que Riesgo siga sin alcanzar un acuerdo con la Real para renovar su contrato, que finaliza esta temporada, y que algunos sectores sitúen al portero Debarra fuera del club donostiarra en el mes de junio.

Con el chileno Claudio Bravo a las puertas de un Mundial que puede promocionar su carrera y facilitarle su fichaje por algún grande, la decisión de Lasarte puede conllevar la concesión de una futura titularidad a Zubikarai en una plaza tan sensible como es la portería y posiblemente con la Real en Primera División.

Zubikarai ha disputado cuatro partidos esta temporada, dos como titular, ha encajado tres goles y dejado una imagen muy solvente que, junto a otros parámetros, le deja en la mejor posición de salida para una posible sucesión de Bravo si éste fuera traspasado, una de las opciones de hacer caja que tiene el club donostiarra.

El año pasado supuso la irrupción en la elite para el guardameta vizcaíno de 26 años cuando, debido a los continuos viajes de Bravo con su selección, tuvo que ocupar la portería hasta en nueve ocasiones, destacando con nota alta en todas ellas.

Por otra parte el triunfo de ayer, el duodécimo en Anoeta, vuelve a dejar patente la gran fortaleza de los donostiarras en San Sebastián esta temporada y la solvencia defensiva que le ha permitido dejar a sus rivales en cero en otras tantas ocasiones tanto en sus partidos de casa como a domicilio.

Hoy el equipo se ha entrenado en el estadio de Anoeta donde era evidente la satisfacción entre los componentes de la plantilla, entre ellos el goleador de ayer, Emilio Nsue, cedido por el Mallorca, quien se ha declarado "feliz, querido e integrado" en San Sebastián.

Su compañero Mikel González ha tratado de rebajar la euforia al recordar que "con 58 puntos" no se asciende a Primera y que todavía "hay que pelear" en las once jornadas que restan para mantener las distancias con los perseguidores.