donostia. El fin de semana que pasaron en Madrid quince de los jugadores convocados para el partido en Córdoba sigue levantando polvareda según se van conociendo más detalles. Al parecer, la plantilla organizó el plan para aprovechar que una representación de los capitanes tenía previsto acudir a la reunión de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) concertada para el lunes por la mañana y disfrutar de una jornada todos juntos en Madrid. La iniciativa no sentó bien en algunas instancias del club, pero obtuvo la luz verde. La derrota, la penosa imagen ofrecida y la lesión de Bravo no fueron óbice para que siguieran adelante con su plan en lugar de subirse al autobús oficial. Sólo Rivas, que se quedó en Ciudad Real, el portero chileno, que no podía andar, y Zubikarai, que le acompañó solidariamente, volvieron en ese vehículo con la delegación oficial. Alguno de los técnicos no estaba de muy buen humor con la decisión de sus jugadores, que finalmente se quedaron sus dos noches libres en la capital española.

Lo peor no fue eso sino que, con el beneplácito del club, concertaron un autobús privado que, eso sí, pagaron de su bolsillo y acudió a buscarles a Madrid para traerles. Ninguno de ellos se quedó para la reunión de la AFE, que al final se retrasó hasta la tarde. El encuentro contó con representación de casi todos los clubes de Primera y Segunda y el hecho de que el martes había entrenamiento no era excusa, ya que dos jugadores del Real Unión regresaron en un avión a primera hora el martes y se ejercitaron en Irun.