Un joven turco ha sido diagnosticado con un desorden de vampirismo del que ha sido tratado con éxito por parte de un equipo de psiquiatras. "No es la primera persona con un comportamiento de consumo de sangre de la que se tiene noticia, pero es el primero con un trastorno de identidad disociativo y comportamiento de consumo de sangre", explicó Direnc Sakarya, uno de los doctores que ha tratado este caso. El especialista explicó que cuando el joven de 23 años fue diagnosticado en 2011 reconoció que desde hacía dos años era aficionado a beber sangre. Entre los trastornos detectados se contaban una depresión crónica y problemas con el alcohol. El vampiro había sido arrestado varias veces por haber pinchado o mordido a otras personas para beber su sangre. Incluso llegó a mandar a su padre a buscar bolsas a bancos de sangre.