La polémica entre China y Google ha sido una constante durante los últimos meses. La compañía americana acusaba al Gobierno oriental de censura. Por su parte China se ha dedicado a crear sus propios productos en Internet para combatir el impacto de servicios como los de Google. El último movimiento chino ha sido la creación de Goso, un buscador nacido para luchar con la posible influencia de Google en el país asiático. No es la primera vez que el Gobierno chino decide crear una aplicación o servicio propio para dar carpetazo a la posible utilización de herramientas extranjeras. Son conocidos los casos de redes sociales propias y sistemas de cartografía dependientes del Estado. La última prueba de la política de defensa del Gobierno chino es Goso. Se trata de un buscador web con prácticamente las mismas características que Google. Decimos prácticamente las mismas porque lo que realmente cambia es que su control, como era de esperar, responde a las directrices del Gobierno.
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