El Parlamento Vasco ha aprobado este martes los Presupuestos del Gobierno autonómico para 2026, un proyecto que sitúa la protección de los servicios públicos esenciales, la atención a los problemas reales de la ciudadanía y las inversiones transformadoras como ejes centrales de la acción del Gobierno vasco para el próximo año. El texto ha recibido los votos favorables de PNV y PSE, mientras que el resto de formaciones ha votado en contra.

Por segundo año consecutivo, el ejecutivo de Imanol Pradales ha sacado adelante sus cuentas, que para el próximo ejercicio están dotadas de 16.378 millones, un 4,1 % más, cantidad a la que se suman otros 935 millones para inversiones extraordinarias.

Todos los grupos de la oposición han coincidido en reprochar al Gobierno vasco, que abrió una ronda de conversaciones con todos salvo con Vox, que no haya tenido nunca la intención de llevar a cabo una negociación real.

EH Bildu reclama acuerdos nacionales

El portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, se ha centrado en defender la propuesta de su coalición en materia de vivienda y ha aprovechado su intervención para volver a pedir al PNV "acuerdos nacionales" en los temas que sea posible. "Hay que dejar los intereses partidistas y electoralistas. Debe haber colaboración, de lo contrario saldrá perjudicado este país", ha planteado.

El popular Álvaro Gochi ha subrayado que su partido no apoya los presupuestos porque están en contra de su modelo por "olvidarse de los autónomos", "incumplir las reglas fiscales" y "no cuidar el dinero", además de por opinar que permiten un alto número de altos cargos que llenarían "seis autobuses".

El parlamentario de Sumar, Jon Hernández, ha opinado que se trata de los "presupuestos del PNV con un barniz socialista" y que responden a un sistema en el que "se prioriza la subordinación de lo público con las reglas del mercado" y sin incorporar la "justicia fiscal".

Por último, Amaia Martínez (Vox) ha mostrado su rechazo "inequívoco" a unas cuentas sustentadas en un "modelo desconectado de la realidad cotidiana de asfixia económica que viven los vascos", que además son un "altavoz para el efecto llamada de la inmigración ilegal".

Cifras reales frente a paradojas cuánticas

Desde los grupos que apoyan al Gobierno vasco, Alaitz Zabala (PNV) ha reprochado a la oposición sus "pocas ganas y poca disposición" para el acuerdo frente a unos presupuestos que "responden a las necesidades reales de la ciudadanía", al tiempo que ha respondido a Otxandiano que su formación "se ha quedado fuera de todos los acuerdos" de lo que va de legislatura.

El socialista Ekain Rico ha considerado que la oposición "se lía" para justificar su "no" a los presupuestos, porque estos "no pueden ser progresistas y reaccionarios a la vez". "Para unos disparan el gasto y para otros no gastan lo suficiente. Son cifras reales y no paradojas cuánticas", ha subrayado el parlamentario del PSE-EE.

Los presupuestos aprobados hoy incorporan ocho enmiendas técnicas de PNV y PSE-EE y otras seis de las más de 1.200 registradas por los grupos de la oposición aceptadas por los partidos que integran el Gobierno Vasco, estas últimas con un valor económico de poco más de dos millones de euros.

Tanto Zabala como Rico han defendido la enmienda técnica de ambos partidos que introduce cambios en la Ley vasca de Cooperación y Solidaridad, criticada por Sumar y por la Coordinadora de ONGD de Euskadi por considerar que abre la puerta al posible uso militar de 325 millones de euros para inversión industrial. Rico ha dicho que ese escenario "no es verdad" y ha precisado que se trata de un "ajuste técnico" que "no cambia la orientación pacifista de la ley" y que está orientado a que "nadie corra el peligro de no poder seguir aprovechando los fondos europeos".