El lehendakari, Imanol Pradales, ha reclamado un nuevo liderazgo europeo que supere "visiones estatales" y aproveche "todas las capacidades de las naciones sin estado", como Euskadi, que pueden "jugar un papel motor" para lograr objetivos en términos de competitividad y seguridad de la UE.

En la apertura del Congreso anual del Partido Demócrata Europeo (PDE), celebrado en el BEC de Barakaldo (Bizkaia), ha asegurado que "urge una verdadera gobernanza multinivel que permita la codecisión en términos políticos y financieros", y ha añadido que Euskadi se opone "a que el poder de decisión del nuevo marco financiero europeo se transfiera en exclusiva a las capitales, tal como se ha planteado desde la Comisión".

Pradales ha inaugurado el Congreso que el Partido Demócrata Europeo (PDE) celebra este viernes en el BEC de Barakaldo con una frase: "Somos demócratas porque creemos en la democracia, y juntos construiremos la Europa del mañana", cita que, según ha subrayado, resume a la perfección el objetivo del PDE.

Ante los líderes políticos europeos que han asistido al encuentro, con el título 'All We Need is Democracy' (Todo lo que necesitamos es democracia), el lehendakari ha puesto el foco en una cuestión "de la que se habla demasiado poco en Bruselas: la gobernanza". "La autonomía estratégica requiere autonomía política, y esta exige transformaciones de calado", ha señalado.

Pradales cree que los Tratados de la Unión recogen mecanismos "que permiten un amplio margen de actuación aún sin explorar suficientemente". En este sentido, ha dicho que "es hora de superar la regla de la unanimidad, de abandonar los juegos de equilibrio y los acuerdos de mínimos que entorpecen y dilatan decisiones clave para la supervivencia de Europa".

"Es hora de transitar hacia un sistema de mayorías ágil que permita a quienes quieren avanzar puedan hacerlo sin el veto de quienes se oponen. Es necesario superar el esquema de las ayudas de Estado", ha defendido.

Para el lehendakari, Europa "cuenta con herramientas como los Proyectos de Interés Común que debe explotar en mayor medida para fomentar la cooperación transnacional en sectores clave". "Urge una verdadera gobernanza multinivel que permita la codecisión en términos políticos y financieros. Debe incorporarse a los entes subestatales en la ecuación del diseño y la decisión de un federalismo europeo armonizador y no uniformizador", ha apuntado.

En su opinión, "la política de cohesión de la Unión debe ser revisada y mejorada", y ha dicho que Euskadi se opone "a que el poder de decisión del nuevo marco financiero europeo se transfiera en exclusiva a las capitales, tal como se ha planteado desde la Comisión".

En definitiva, ha reivindicado "un nuevo liderazgo europeo que supere las visiones estatales y aproveche todas las capacidades de Naciones sin Estado como Euskadi", que pueden "jugar un papel motor para lograr muchos de los objetivos en términos de competitividad y seguridad de la UE".

"La respuesta a los desafíos globales, a los populismos y extremismos, a la inestabilidad que padecen muchos Estados, no es cerrarse y refugiarse dentro de cada una de las fronteras. No es volver atrás, ni renunciar a los valores que hacen único el proyecto europeo", ha apuntado.

"MÁS EUROPA, MÁS DEMOCRACIA Y MÁS BIENTESTAR"

El lehendakari ha abogado por "romper con los miedos e inercias del siglo pasado, propios de un mundo que ya no existe, e incapaces de responder al actual". "La respuesta es, precisamente, abrirse y apostar por más Europa, más democracia, y más bienestar; es recuperar el espíritu fundacional de la Unión. El espíritu de líderes como Schuman, Adenauer y De Gasperi, con quienes la generación del lehendakari Agirre trabajó codo con codo", ha indicado.

Imanol Pradales ha apostado por "volver, como hicieron ellos, a poner el humanismo y la dignidad de la persona en el centro, frente al individualismo exacerbado y a las ideologías comunistas".

"Así consiguieron hacer realidad la reconstrucción material, moral, espiritual y política de un continente reducido a cenizas por la guerra, compaginando idealismo y pragmatismo, alcanzando grandes acuerdos entre distintas sensibilidades y familias políticas. Ese es el legado político del que nos sentimos herederos, y que debemos volver a defender ante los extremos; la centralidad que debemos preservar y ensanchar", ha explicado.

Se trata, según ha subrayado, de los valores que han estado "en el corazón de la cultura política de Euskadi: paz, justicia social y libertad", y ha reafirmado su compromiso con "una Europa sólida" construida "desde la solidaridad entre los pueblos libres: una Europa fuerte y eficaz, sí, pero también con alma".

PAZ, DERECHOS HUMANOS Y DEMOCRACIA

En su discurso inaugural del congreso del PDE, el lehendakari se ha preguntado si están garantizados los logros de la paz, los derechos humanos y la democracia, y ha alertado de que se asiste a un orden mundial "cada vez más incierto e inestable", con una globalización que "dista mucho" de la que surgió hace dos décadas, el auge de líderes "autocráticos y movimientos extremistas y populistas", y desafíos sin precedentes como la migración, el cambio climático y las tecnologías disruptivas.

También ha destacado que miles de personas "siguen sufriendo y muriendo en guerras y conflictos" ante una comunidad internacional "incapaz" de ponerles freno, como ocurre en Ucrania, Gaza, Sudán, el Sahel, el Congo, Myanmar y Pakistán.

Asimismo, ha subrayado que este clima de "confrontación" se extiende a las relaciones comerciales, mediante el proteccionismo y los aranceles, o plantea "nuevas amenazas como la guerra híbrida".

Tras constatar que el multilateralismo, el libre mercado y la democracia "se debilitan", ha apelado a afrontar este escenario, aunque ha reconocido que "no existen soluciones mágicas" para ello, "por mucho que las prometan los populistas".

SUPERVIVENCIA DE EUROPA

Imanol Pradales ha considerado que "está en juego la supervivencia de Europa como actor global de primer orden, y como proyecto compartido de libertades, convivencia pacífica, oportunidades y seguridad".

"Necesitamos un nuevo impulso político, una Europa más decidida y unida que nunca que, frente al auge de los neoimperialismos, actúe con una voz única y fuerte. Hace tiempo que compartimos diagnóstico y soluciones. Es momento de aplicarlas, si queremos ser dueños de nuestro destino y evitar convertirnos en vasallos de terceros. Es la hora de la acción, y la acción requiere prioridades claras y determinación", ha apelado.

El lehendakari ha advertido que "nos jugamos el futuro de nuestro bienestar en la reindustrialización europea". "Debemos proteger las industrias básicas y focalizar recursos en los sectores de la nueva economía. Además, debemos ocuparnos de nuestra seguridad integral, en términos de defensa, sí, e incorporando también las áreas de la energía, la tecnología, el clima, la alimentación o la salud pública", ha indicado.

A su juicio, hay que "mirar de frente a los problemas ligados al bienestar: la seguridad, la calidad del empleo, la soledad, el envejecimiento o la vivienda; a las dudas y la falta de expectativas que alimentan el caldo de cultivo del populismo, especialmente entre muchas y muchos jóvenes". También cree que "queda mucho por hacer en términos de competitividad, desburocratización y de integración de los mercados".