PNV y PSE-EE quieren que el Parlamento Vasco se posicione en contra de los incidentes que se produjeron en Gasteiz el pasado domingo con motivo de una concentración de Falange Española y que ningún partido, en alusión a EH Bildu, "se vaya de rositas" en la condena al uso de la violencia para fines políticos.
Joseba Díez Antxustegi (PNV) y Ekain Rico (PSE-EE) han comparecido de manera conjunta este jueves para dar a conocer la proposición no de ley que ambos partidos han registrado en la Cámara autonómica en la que se insta a "rechazar y condenar rotundamente la violencia como medio de acción política" y en concreto a condenar los "hechos violentos" del pasado 12 de octubre.
Los altercados del domingo en la capital alavesa se saldaron con 19 detenidos, todos ellos participantes en la contramanifestación contra la concentración de Falange Española, con 40 heridos -la mitad ertzainas- y con daños materiales valorados en 10.000 euros.
Rico ha dejado claro sin nombrar explícitamente a EH Bildu que "la iniciativa va de lo que va", en concreto, de que "nadie se pueda salir de rositas intentado hacer cualquier malabarismo para intentar evitar la condena radical del uso ilegítimo de la violencia".
Ilegitimidad de la violencia
Ha asegurado además que es para quedarse "atónito" el hecho de que haya "quien se empeñe en hacer cualquier análisis salvo el que les lleve a reconocer la ilegitimidad de la violencia para cualquier fin político".
En la misma línea, el portavoz nacionalista se ha referido a la coalición abertzale como "el segundo grupo parlamentario" para indicar que este partido ha usado la palabra condena para rechazar la invasión rusa de Ucrania, por lo que ha opinado que "desde el momento que ha abierto la veda a usar la palabra condena no creo que tengan que tener problema para volverla a utilizar".
Asimismo, ha respondido al portavoz de EH Bildu, Pello Otxandiano, que dijo que si él fuese el lehendakari no habría autorizado el acto de Falange. Ha indicado que estas palabras demuestran un "desconocimiento" de las atribuciones de un presidente vasco, entre las que ha recordado que no está la de autorizar o prohibir manifestaciones.
En la iniciativa conjunta, además de recogerse la condena de la violencia para lograr fines políticos se condena el fascismo que representa Falange y se insiste en que "a las ideas no compartidas no se les hace frente convirtiendo las calles en un campo de batalla".
"Este tipo de comportamientos nos retrotraen a un pasado que esta sociedad ni quiere ni acepta y que está superado gracias al compromiso colectivo por la paz", prosigue el texto, en el que también se recoge la solidaridad con las personas y negocios afectados por los incidentes y se apoya la labor de la Ertzaintza y de los policías locales.
La comparecencia conjunta se produce tras semanas de reproches mutuos entre PNV y PSE-EE por sus diferencias en torno a la exigencia del euskera en las OPE. Los dos parlamentarios han dejado claro que la relación entre las dos formaciones es totalmente normal y que los gobiernos en los que están funcionan.
Equidistancia frente al fascismo
Por su parte, EH Bildu también ha registrado una iniciativa relacionada con lo sucedido el domingo, en este caso para pedir al Gobierno vasco que active los mecanismos a su alcance para impedir actos fascistas como el de Falange Española.
El firmante de la proposición no de ley, Gorka Ortiz de Guinea, ha advertido de que "no vale la falsa neutralidad" y ha reclamado que son necesarias "iniciativas contundentes frente al fascismo", ya que "la equidistancia acarrea graves consecuencias políticas".
"Las posiciones neutras solo sirven para normalizar la agenda y el marco político de la extrema derecha, y eso no se puede permitir. No se puede entender esa equidistancia y menos en Euskal Herria, donde miles de personas fueron perseguidas, encarceladas y ejecutadas durante la dictadura franquista", ha advertido.