El PSE y el PNV han cerrado un acuerdo de gobierno para Irun que presentarán mañana en el Ayuntamiento en una rueda de prensa programada para las 12.00 horas. Este pacto pondrá fin a la posición de minoría con la que venía gobernando la alcaldesa socialista Cristina Laborda desde las elecciones municipales de mayo de 2023. Esta situación de debilidad quedó reflejada a finales del año pasado cuando tuvo que retirar el proyecto de presupuestos ante la falta de apoyos.
Por parte socialista, estarán presentes la propia Laborda y la primera teniente de alcaldía y portavoz de los socialistas de Irun, Nuria Alzaga. La delegación jeltzale la formarán el portavoz municipal Gorka Álvarez y la presidenta de la Junta Municipal Jasone Ugarte.
Fin a los desencuentros
Este acuerdo pone fin a un largo periodo de desencuentros entre ambas formaciones. Fue en la época en la que José Antonio Santano era alcalde cuando se produjo la quiebra entra ambos partidos. Santano prescindió del PNV cuando ambos compartían tareas de gobierno por desavenencias con la operación urbanística de Korrokoitz, gestión que estaba en manos del entonces portavoz jeltzale y concejal de Urbanismo Xabier Iridoy. Pese a que ambos encabezaron las planchas electorales de sus partidos en las pasadas elecciones, ninguno de ellos continua en tareas municipales.
Las urnas arrojaron un resultado con el PSE en primer lugar pero con un resultado que le obliga a amarrar un socio si quiere controlar la gestión municipal. El PSE-EE cuenta con 10 ediles en la ciudad fronteriza, mientras que el PNV obtuvo 7, EH Bildu 4, Podemos logró 2 y el PP otros 2.
PNV al rescate del primer presupuesto
En el primer año de esta legislatura, los socialistas consiguieron el apoyo del PNV para aprobar los presupuestos a cambio de incorporar catorce enmiendas por valor de 900.000 euros.
En agosto pasado PSE y PNV iniciaron negociaciones para tratar de alcanzar un acuerdo de coalición y poner fin a la inestabilidad del ejecutivo irunés. Todo parecía encaminado hacia la fumata blanca, pero las negociaciones se frustraron. El PNV echó en cara al PSE no haber cumplido con el acuerdo marco bajo el que se ha articulado la entente entre socialistas y jeltzales en aquellos ayuntamientos e instituciones en los que la aritmética electoral les brindaba la oportunidad de pactar el gobierno.
Según argumentó entonces Gorka Álvarez, portavoz del PNV en el Ayuntamiento, la responsabilidad de presentar un programa y una propuesta de gobernabilidad recae en el partido con mejores resultados en las elecciones municipales de mayo del 2023, en este caso los socialistas. “En todo este tiempo no no hemos recibido ninguna de las dos cosas, por lo que ahora sabemos cuál es nuestro sitio, la oposición”, admitió Álvarez en el pasado mes de octubre.
Una vez sellado el pacto, se espera que el presupuesto para este año que quedó sobre la mesa en el último pleno del año pasado, se apruebe cuanto antes elaborado con los criterios de las dos formaciones.