El aluvión de convocatorias electorales que se produjo hasta el verano dejó al PNV con muy poco margen para revisar algunas actitudes y formas de hacer que le estaban pasando factura y que habían sido identificadas en el proceso Entzunez Eraiki. Aunque sigue gobernando en las principales instituciones, el desgaste que sufrió en las urnas invitaba a pensar que, esta vez sí, el proceso de renovación del PNV que culminará en marzo iba a ser una especie de reseteo o que, según las palabras de Koldo Mediavilla, el partido jeltzale iba a pasar la ITV. Entre las cinco ponencias enviadas a la militancia, hay una, la que presenta al PNV como un partido al servicio de un pueblo, donde se ve ese propósito de enmienda con algunas expresiones descarnadas.
La conclusión que se extrae de su lectura es que el PNV cree que sigue siendo un partido diverso, pero admite que no es un reflejo fidedigno de la sociedad actual porque ha llegado a “infantilizar” a algunos movimientos sociales en lugar de mostrarse más abierto a sus demandas. También propone una mayor participación a nivel interno e insuflar vida a los batzokis. Se viene de un proceso en los territorios donde, además, surgieron candidaturas alternativas en Bizkaia y Araba.
El documento, abierto a enmiendas, sostiene que la sociedad ha cambiado, pero estos cambios “no pueden justificar el retroceso del posicionamiento del PNV en la sociedad vasca”. “Esto debe llevarnos a cambiarnos: a transformarnos. ¡Firmes en la adaptación!”, proclaman. Quieren hacerlo desde “la empatía” y “con humildad”. Por ejemplo, defienden que el PNV ha sido capaz de ser “argamasa para la diversidad” en el transcurso de su historia, pero creen que deben hacer un esfuerzo “para garantizar que no estemos dejando personas y colectivos fuera de nuestras conversaciones”. “Si bien es cierto que el PNV es un partido diverso, no constituye un reflejo fidedigno de la sociedad actual”, añade el texto. Por ello, se propone mejorar la representación de los intereses de la ciudadanía, integrando visiones que no están siendo tenidas en consideración, y adaptar los modelos de relación con movimientos asociativos, empresariales y sociales. El PNV quiere “recuperar la posición de centralidad como partido político transversal”.
Un partido de "cuadros" y gestión
La ponencia sostiene que, al igual que ha sucedido con otras formaciones europeas, la transformación de la sociedad ha provocado que “el partido aglutinador de las aspiraciones de la sociedad vasca deje de ser un movimiento político para convertirse en un partido de cuadros, más enfocado en la gestión institucional que en la movilización de grandes aspiraciones colectivas”. Por un lado, asegura que una parte cada vez más grande de la sociedad no se afilia a un partido, sino a movimientos ligados a coyunturas puntuales o a causas muy específicas. Por otro lado, el PNV admite que hay cuestiones sistémicas a las que no ha dado “suficiente centralidad y que han de ser parte fundamental de la acción política, como el feminismo o el ecologismo”. “Estas cuestiones no solo responden a demandas contemporáneas, sino que son pilares fundamentales para abordar los retos de largo plazo”, dice el documento.
Por ello, el PNV quiere reflejar estas prioridades y establecer “alianzas estratégicas” con los movimientos que las abanderan. “Una comunicación bidireccional efectiva, basada en la escucha activa y en el reconocimiento mutuo, puede ser clave para integrar estas causas en un proyecto político más amplio que conecte las inquietudes individuales con un objetivo común”, añade. El PNV cree que las prioridades de la sociedad han cambiado y en algún caso “no se ha sabido leer” e, incluso, “se ha dado una invalidación emocional para restar importancia a las demandas e infantilizarlas”. Quiere regenerar esa confianza.
Vencer los estereotipos
En otro punto, plantea mover al PNV “del estereotipo a la referencialidad”. “Es imperante la necesidad de desvincular EAJ-PNV con la imagen que desde otros partidos políticos o movimientos sociales se ha creado y extendido”, dice.
Propone reclutar talento “incluso más allá de la afiliación”; promover líderes jóvenes; proyectar una imagen “cercana y humilde, representada por la apariencia, indumentaria y actitudes”; e implementar “procesos reales de participación, adoptar una política horizontal en lugar de vertical”.
Transformación de los batzokis
Antes de que comenzara el proceso interno del PNV, algunos de sus rostros más influyentes ponían el foco en la necesidad de agilizar la comunicación con la militancia. Y la ponencia sobre el PNV como “partido al servicio de un pueblo” plantea establecer más canales de relación con los alderdikides e insuflar más vida a los batzokis, incluso con algunos soportes digitales en esas sedes sociales.
En concreto, el documento apuesta por una “participación significativa” que enriquezca las decisiones desde la cercanía. Esta ponencia no es el documento organizativo, que ya ha dado a conocer este periódico y que desembocará en otoño en una reforma de los estatutos. Y el alcance de esos estatutos y de todas las ponencias quedará definido también con las enmiendas de la militancia.
En esta ponencia, el PNV apuesta por una política horizontal y no vertical, gobernar “a través de” las personas y no “por encima” de ellas; y establecer “canales regulares, como foros o encuentros para la comunicación con las bases, simpatizantes y la ciudadanía en general, de cara a escuchar opiniones”, así como “mejorar la funcionalidad y aspecto de los batzokis para convertirlos en puntos de encuentro acogedores”. Se propone levantar “soportes para aprovechar el escaparate de los batzokis: datos, mensajes...”. “Por ejemplo, colocar si es posible una pantalla en la que, además de los proyectos de la localidad, dar a conocer datos, mensajes o proyectos que podemos aportar desde la Diputación, el Gobierno o el partido”, dice.
“Debemos intensificar la relación con la sociedad, mejorar la representación de los intereses, adaptar los modelos relacionales y transicionar digitalmente, virando hacia una relación multicanal robusta. Por otro lado, el PNV, como partido transversal en lo social, económico y generacional, debe recuperar la posición de centralidad”, sostiene el documento.