La fiscal ha mantenido este martes en un juicio en la Audiencia Nacional su petición de 26 años de cárcel para los etarras Asier Arzalluz y Aitor Agirrebarrena, que han confesado su participación en el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle en 2000 en Andoain.

El abogado de la acusación particular, ejercida por la viuda y los hijos se José Luis López de Lacalle, ha solicitado 30 años de prisión para cada uno de los acusados, ya condenados en Francia por delitos relacionados con la organización y que han renunciado a que su abogado emitiera informe alguno en la vista.

Durante su informe la fiscal ha relatado que esta causa se reabrió tras recibir la Guardia Civil un manuscrito incautado en Francia del exjefe de ETA Iñigo Guridi Lasa, ya condenado como autor de los cuatro disparos de bala que mataron a López de Lacalle, en el que se hace referencia a la participación en el atentado de Asier Arzalluz y Aitor Agirrebarrena. Y ha recordado que por este atentado también fue condenado en 2009 a 30 años de cárcel Francisco Javier García Gaztelu, Txapote, como instigador del atentado.

Para la fiscal ha quedado probado que como dirigente del aparato militar de ETA hasta su detención en Francia, el 22 de febrero de 2001, Txapote captó a Guridi Lasa para que este a su vez constituyera con otras personas el comando Totto.

Captados y formados

Ha añadido que tras captar a los dos acusados, se les impartieron diversos cursillos sobre el manejo de armas y explosivos, y como primera actuación a realizar recibieron la orden de atentar contra López de Lacalle. Con ese objetivo los miembros del comando averiguaron su domicilio y realizaron durante una semana vigilancia sobre sus entradas y salidas.

Después de haber intentado matar al periodista en tres ocasiones anteriores sobre las nueve y media de la mañana del 7 de mayo de 2000 vieron que entraba en el domicilio, por lo que Guridi Lasa se acercó a él y le disparó cuatro tiros mientras que Arzalluz vigilaba.

Después los dos huyeron en dirección al ambulatorio de la localidad, donde les esperaba Aguirrebarrena en un vehículo, siempre según el relato de la representante de la Fiscalía. El periodista falleció al instante al alcanzarle los disparos sus centros vitales con dos impactos de bala a la altura de la sien y de la nuca, y otros dos impactos en el tórax y abdomen, practicados a menos de 50 centímetros.

La fiscal ha pedido la referida pena de 26 años de cárcel para cada uno de los dos acusados como cooperadores necesarios en un delito de terrorismo de causación dolosa de muerte con la circunstancia agravante de alevosía. Ha reclamado además que se les prohíba aproximarse durante cinco años a la viuda y los dos hijos de la víctima desde su puesta en libertad y que les indemnicen de forma conjunta con 300.506 euros.