A escasas dos semanas para que comiencen las fiestas de San Fermín, Pamplona ha dado un importante e insólito paso en favor de la convivencia en las fiestas. Todos los partidos de la corporación han respaldado un manifiesto impulsado por el alcalde de EH Bildu, Joseba Asiron, que accedió el cargo tras una moción de censura contra Cristina Ibarrola, de UPN.
El Manifiesto Social por la Convivencia es el documento que alude expresamente a lo que viene ocurriendo en los últimos años en la calle Curia del casco viejo pamplonés. Desde hace décadas, en este lugar, el último tramo antes de que la corporación acceda a la catedral con motivo de la procesión de San Fermín, se registran graves incidentes, sobre todo cuando el gobierno de la ciudad está en manos de UPN.
El documento defiende que el “principio de convivencia es básico”, y reivindica que debe abarcar “todos los espacios festivos, del primer al último día de fiestas, a cualquier hora del día o de la noche y en todos sus ámbitos, incluyendo por supuesto la procesión del día 7 y, de forma particular, el tránsito por la calle Curia”.
El texto sostiene que “los Sanfermines constituyen las fiestas de todos los pamploneses y pamplonesas. Desde su carácter, eminentemente alegre, popular y espontáneo, a lo largo de la historia han sido reflejo de la idiosincrasia de la ciudad, y en su evolución a través de los tiempos se reflejan, de forma muy evidente, los propios cambios que la sociedad pamplonesa ha ido experimentando con el paso de los siglos”.
“Pamplona-Iruña es hoy una ciudad abierta al mundo, moderna, plural y diversa”, recoge el texto avalado por todos los partidos. “Conforme a esta realidad, las fiestas de Pamplona tienen que situarse en esos mismos parámetros de pluralidad que caracterizan a sus gentes, diversas en cuanto a su origen y cultura, su ideología, religión e identidad sexual”, continúa.
El manifiesto es taxativo a la hora de defender que “el desarrollo de los Sanfermines tiene que fundamentarse sobre principios irrenunciables de convivencia, inclusión y escrupuloso respeto por la ciudad y sus gentes”. En base a esta premisa, el texto respaldado por la Junta de Portavoces sostiene que “es preciso evitar cualquier menoscabo en los derechos y las libertades de nuestros vecinos y vecinas, y rechazar las actitudes que cuestionen, agredan o pongan en riesgo dichos derechos y dichas libertades”. Por eso concluye señalando que “este principio de convivencia es básico para nosotras y nosotros, y abarca a todos los espacios festivos, del primer al último día de fiestas, a cualquier hora del día o de la noche y en todos sus ámbitos, incluyendo por supuesto la procesión del día 7 y, de forma particular, el tránsito por Curia”.
Ronda de reuniones
Para que lo que propugna el manifiesto se plasme en la calle el próximo 7 de julio, el alcalde mantendrá reuniones con diferentes organizaciones, actores e instituciones relacionadas con las fiestas para exponerles, de primera mano, tanto el contenido del manifiesto como su finalidad, que no es otra que defender el principio de convivencia en las fiestas.
El alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, destacó que el texto “satisface a todas las partes muchísimo, y creo que puede ser asumido por la totalidad de la población. Lo único que pretende es algo tan, tan importante y tan evidente como que en Pamplona, por San Fermín, todas y todos nos sintamos a gusto, nos sintamos seguros”. El alcalde reconoció el “legítimo derecho a la crítica política, pero esa crítica política no puede ir nunca más allá del respeto, no puede ir más allá de lo que puede ser el menoscabo de las libertades, de los derechos y también de sentirse seguro y a gusto en tu propia ciudad”.