Hubo un momento en que todas las quinielas la mencionaban, pero no porque ella se postulase públicamente. La vizcaina Ibone Bengoetxea (Bilbao, 1967) se forjó una trayectoria política ligada al ámbito municipal en el Ayuntamiento de Iñaki Azkuna y como presidenta de la asociación de municipios, Eudel, en una época donde era uno de los referentes femeninos más claros dentro del PNV. De ahí que las especulaciones la postularan para casi todo aunque nunca abandonó el perfil discreto que la había caracterizado. Pero, por estar llamada a ocupar altas responsabilidades, al no tomar el testigo de Azkuna como candidata tras su muerte, se hicieron todo tipo de cábalas hasta el punto de que el PNV salió al paso para asegurar que contaba con su respaldo.

Tras su paso a la Diputación de Bizkaia durante el mandato de Unai Rementeria, donde coincidió con el ahora lehendakari Imanol Pradales, fue fichada por EITB en 2021. Se abrió un paréntesis que la ha situado fuera de los focos y de las cábalas más recientes, que ya no la citaban. De ahí que su ascenso a la vicelehendakaritza primera haya tomado con el pie cambiado a los observadores de la política, aunque este movimiento supone que le llegue finalmente ese reconocimiento con el que se especulaba desde hace años, prácticamente desde el momento en el que tuvo que sustituir a Azkuna en grandes actos organizados por el Ayuntamiento mientras el fallecido alcalde se encontraba ya convaleciente.

El vínculo cultural

Bengoetxea es psicóloga de formación, pero tiene también los títulos de profesora de solfeo y piano y ha practicado con el violonchelo. Habla euskera, inglés y francés, ha presidido el Teatro Arriaga y Bilbao Musika, fue miembro del Consejo vasco de la Cultura, y desempeñó tareas relacionadas con ese ámbito y con las fiestas en el Ayuntamiento de Bilbao, un currículum que en principio se ajusta a su nuevo desempeño como vicelehendakari primera con el departamento de Cultura y Política Lingüística. Desde 2021, ha ejercido la gerencia de EITB. Ese salto supuso un paréntesis dentro de su trayectoria política, que comenzó en 2003 en el Ayuntamiento de Bilbao. Allí le tocó gestionar áreas diversas, como las de Circulación y Transportes, Cultura y Educación. Presidió Eudel de 2011 a 2015, y después fue diputada foral vizcaina de Administración Pública y Relaciones Institucionales. Bengoetxea fue también responsable de atención al cliente en Euskotren y en Metro Bilbao, y fue psicóloga en el servicio de Infancia de la Diputación vizcaina. Tiene habilidad para las relaciones interpersonales, lo que le puede servir de ayuda para coordinar equipos y ejercer la vicelehendakaritza primera.

Bengoetxea abandona ahora su desempeño profesional en EITB para regresar a la primerísima línea de la política, en un puesto con alta proyección pública. El euskera se enfrenta al reto de buscar la oficialidad en Europa, capear el temporal de las sentencias judiciales que cuestionan su uso en determinados puestos de la administración, e implementar el nuevo decreto que dejó aprobado Bingen Zupiria para su uso con la posibilidad de fijar perfiles asimétricos que se ajusten a cada caso.