El Parlamento Vasco ha aprobado este jueves la reforma de la ley Trans, que previsiblemente será la última norma que vea la luz en la Cámara esta legislatura antes de que se disuelva por la convocatoria de las elecciones.
La modificación de esta norma llegó a la Cámara como una proposición de ley suscrita por PNV, PSE-EE y Elkarrekin Podemos-IU, un texto que tras el trámite parlamentario ha contado también con el respaldo de EH Bildu y de Cs. El PP ha votado en contra y Vox no ha participado en la votación.
El objetivo de la modificación legal es "garantizar el derecho de las personas trans e intersexuales a recibir de las administraciones públicas vascas una atención integral y adecuada a sus necesidades educativas, sanitarias, jurídicas y de otra índole, en igualdad de condiciones con el resto de la ciudadanía".
Tras la aprobación de la ley por la práctica totalidad del Parlamento los representantes de colectivos como Naizen, Errespetuz y otras asociaciones LGTBIQ+, que han seguido el debate desde la tribuna de invitados, han protagonizado una prolongada ovación, han lanzado gritos de júbilo y han mostrado banderas trans.
El debate y votación final de la ley ha coincidido con el sexto aniversario de la muerte del joven Ekai, que se quitó la vida tal día como hoy en 2018 en Ondarroa cuando se encontraba a la espera de un tratamiento hormonal, y que hoy ha sido recordado desde el atril por los portavoces de los distintos grupos.
"Esta ley no se aprueba contra nadie, sino a favor de las personas. No borra a nadie, sino que reconoce y acoge. A pesar de lo que digan algunas personas y colectivos esta ley no resta, suma", ha subrayado el parlamentario del PNV Iñigo Iturrate.
"Qué mejor forma de despedirme que con leyes como esta", ha dicho Iturrate en su última intervención en un pleno, ya que no repite como candidato. Para decir adiós a la Cámara ha recurrido a su lado "más frívolo" y ha parafraseado a "un icono de los 'babyboomers': como dijo Porky, 'esto es todo amigos'".
En alerta ante discursos excluyentes
Ikoitz Arrese, de EH Bildu, ha señalado que la norma es lógicamente "mejorable, pero es una ley muy buena" que convierte a las personas trans en "personas de pleno derecho". Arrese ha alertado en todo caso de "la transfobia y de los discursos fascistas y excluyentes que tienen cabida" en la sociedad.
También la socialista Gloria Sánchez ha llamado a estar "atentos a discursos públicos que enfocan su violencia hacia personas que ya se encuentran socialmente en una situación de gran vulnerabilidad", al tiempo que ha añadido que Euskadi "avanza hoy en la defensa de la igualdad" y crea "un instrumento eficaz contra la discriminación".
Desde Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi ha confiado en que la ley ayude a este colectivo a "disfrutar de la infancia y de la juventud sin vergüenza y con orgullo" y ha valorado que la norma vaya a "recuperar y difundir la memoria de las personas y del movimiento trans". "La memoria es un ejercicio colectivo necesario, justo, para dignificar a quienes han luchado por el reconocimiento de sus derechos", ha destacado.
La parlamentaria del PP Laura Garrido ha asegurado que su grupo está a favor de reforzar los derechos de las personas, darles una atención integral y luchar contra su discriminación, pero los populares consideran que la nueva norma "trae mayor inseguridad jurídica y confusión", por lo que han decidido votar en contra.
La ley recoge una atención integral a las personas trans
Esta es la segunda modificación de la ley de 2012. En 2019 se introdujo ya un cambio relevante por el cual las personas transexuales dejaron de ser tratadas como enfermas y pueden certificar su identidad sexual sin tener que presentar informes psiquiátricos que lo demuestren, simplemente con manifestarlo.
La reforma aprobada este jueves establece que Osakidetza contará con al menos tres servicios de atención a la transexualidad, uno por territorio, y se garantiza por ley una cartera de prestaciones sanitarias para recibir una atención integral y adecuada por parte de las personas trans.
Se incide en los menores transexuales a los que se reconoce el derecho a ser escuchados y a participar en la toma de decisiones en relación a todas las medidas que se les aplique en lo referente a su identidad sexual.
La ley dedica un capítulo al tratamiento de la transexualidad en el sistema educativo e introduce la obligación de que en los centros en los que haya personas transexuales se formará al profesorado y se asesorá a toda la comunidad educativa.
Además, se adecuará toda la documentación administrativa a la identidad sexual del menor y en el caso de que en el centro haya obligación de vestir uniforme se reconocerá el derecho a llevarlo conforme a esta identidad.
La norma utiliza el término personas trans, en lugar de transexuales o transgénero, por ser más inclusivo y prevé que se establezca una fecha conmemorativa y la creación de espacios de reconocimiento y recuerdo a la memoria de las personas y el movimiento trans.
Se apoya la introducción de cláusulas en los convenios laborales de las empresas que impidan a discriminación de este colectivo y se contempla la intervención de los servicios sociales cuando en el ámbito familiar se produzcan situaciones de conflicto o sufrimiento relacionadas con el reconocimiento de personas trans menores de edad.
Incorpora además la realidad de las personas intersexuales al prohibir la mutilación y la modificación genital, así como de otros procedimientos médicos perjudiciales en las personas intersexuales.