Hace cuatro años, el 6 de febrero de 2020, el vertedero de Zaldibar sufrió un colapso provocando el desplome de la escombrera. Un trágico suceso en el que Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, trabajadores en aquel vertedero, quedaron sepultados bajo 140.000 metros cuadrados de escombro y basura. Finalmente, tras desplegarse un amplio dispositivo de búsqueda de los cuerpos en la zona, tan solo apareció, seis meses después, el de Sololuze.

En el día que se cumple el cuarto aniversario del derrumbe, el portavoz del Gobierno vasco ha trasladado sus condolencias a las familias de ambos trabajadores. Además, Bingen Zupiria ha insistido en que es necesario que los procesos judiciales abiertos "finalicen” y pueda esclarecerse, cuanto antes, “la verdad de lo que allí sucedió".

A este respecto, ha terminado afirmando que el Ejecutivo vasco seguirá colaborando con la justicia y con la Fiscalía, “en todo cuanto se nos requiera”, para esclarecer las razones y las circunstancias que provocaron dicho derrumbe.

Proceso judicial

El portavoz del Gobierno vasco se ha referido de esta manera al segundo proceso judicial abierto contra los responsables de Verter Recycling 2002, empresa propietaria del vertedero cuando se produjo el derrumbe, por presuntos delitos medioambientales. La causa penal quedó resuelta hace dos años, cuando los tres responsables de la firma aceptaron una pena de seis meses por el homicidio imprudente de ambos trabajadores.

Cuatro años después de la muerte de Joaquín Beltran y Alberto Sololuze, ante el “incumplimiento” del que los propietarios del vertedero “están haciendo gala”, según ha denunciado Zupiria, el Ejecutivo “sigue trabajando” para garantizar la seguridad ambiental y su estabilidad.

Prueba de ello, ha detallado, es el avance de las labores de permeabilización e impermeabilización provisional que el Gobierno vasco está acometiendo sobre el terreno de forma subsidiaria.

Sellado del vertedero

En cuanto al incremento del presupuesto previsto para el sellado del vertedero de los 700.000 euros iniciales a los 2,6 millones invertidos, el portavoz del Ejecutivo ha esgrimido que cuando se decidió actuar subsidiariamente, no disponían de información precisa sobre cuál era su situación.

"Todas las peticiones de información que se habían realizado a la empresa Verter y a sus responsables no obtuvieron una respuesta satisfactoria y el Gobierno entró a las labores que se habían establecido para el vertedero en función de la información previa de la que podía disponer", ha precisado.

Tras subrayar que el Gobierno vasco es "el primer interesado" en conocer qué sucedió aquel 6 de febrero de 2020 y las circunstancias en que se produjo el derrumbe, Zupiria ha ahondado en que lo ocurrido “nos lleva, como Gobierno y como sociedad, a continuar en la reflexión para evitar sucesos similares".

En este sentido, se ha referido a la necesidad de avanzar hacia una disminución en la generación de residuos y en nuevos métodos para facilitar su reciclaje y su valorización. “Ese es el fin del plan de prevención y gestión de residuos de Euskadi 2030, así como de los programas que se están planteando con respecto a una economía más circular y descarbonizada", ha remachado Zupiria.

"Avanzan adecuadamente"

El Ejecutivo vasco ha informado, a través de un comunicado, de que los trabajos para el sellado del vertedero “avanzan adecuadamente” después de que el Ejecutivo iniciara, en octubre, una nueva ejecución subsidiaria en Zaldibar.

El Consejo de Gobierno autorizó entonces las contrataciones necesarias para la ejecución de los trabajos de emergencia, obras, y servicios requeridos para evitar cualquier riesgo en el vertedero, ya que los informes técnicos constataron el empeoramiento de las condiciones de estabilidad de este, a causa de la ausencia del mantenimiento requerido.

Fue el pasado 11 de octubre de 2023 cuando, finalmente, el Órgano de Contratación del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente ordenó la ejecución de estos trabajos de emergencia que ya han empezado a controlar la situación. Al mismo tiempo, mediante una resolución del director de Calidad Ambiental y Economía Circular se inició un expediente sancionador a Verter Recycling 2002, S.L, responsable de dicho mantenimiento.

De forma subsidiaria

El Gobierno vasco es quien desarrolla desde entonces las labores de sellado provisional, que permitirán evitar la infiltración de agua de lluvia y el incremento del peso de la masa de residuo, "garantizando así su estabilidad".El presupuesto estimado, según el proyecto redactado, asciende a 2,6 millones.

Los trabajos se han dividido en dos fases, la primera se está acometiendo ahora en la zona más cercana al dique donde la pendiente es mayor, y la segunda en la parte superior del vertedero. Se prevé que las tareas de instalación de esa primera fase puedan completarse a lo largo del mes de marzo.

El Ejecutivo vasco ha recordado que realiza todos estos trabajos de forma subsidiaria. Por tanto, el órgano ambiental una vez culminadas las actuaciones procederá a exigir el pago de las mismas y en su caso adoptará las medidas que la normativa le habilita para el cobro de la deuda, al igual que lo ha venido haciendo hasta ahora con el resto de las deudas que han generado los trabajos realizados en el vertedero de Zaldibar.