Los Presupuestos para 2024 que acaba de aprobar con carácter definitivo el Parlamento Vasco vuelven a batir el récord con 15.025,4 millones de euros. Es una cifra nunca antes alcanzada en unas Cuentas de la comunidad autónoma vasca y sigue la senda de progresión al alza que comenzó a finales de 2020, el momento en que tocó a su fin la austeridad a nivel europeo. Más allá de esa cifra, que ha ido perdiendo impacto en un debate político que da ya por amortizados los incrementos tras la senda de estos años, la consejería de Pedro Azpiazu ha tratado de marcar unas prioridades en clave social, destinando el 73% de ese proyecto a las políticas sociales y otorgando el liderazgo de esas Cuentas al departamento de Salud, la partida más cuantiosa. El área sanitaria es el mayor foco de desgaste para este y otros gobiernos tras la fatiga y las tensiones provocadas por la pandemia.

En su conjunto, las Cuentas son 774,7 millones más elevadas que las del año pasado, un 5,4% superiores. Este mismo viernes, en el debate parlamentario, el PP le restó trascendencia asegurando que las cifras de los Presupuestos actualizados de este año prácticamente son idénticas. EH Bildu ha defendido desde la presentación del proyecto que estos fondos le vienen prácticamente dados al Gobierno por el aumento de la recaudación tras la inflación. Pero, al margen de las cifras en bruto, la apuesta concreta que se hace a la hora de ordenar las prioridades arroja un pellizco notorio para la inversión y para los servicios públicos, hasta el punto de que Vox y C’s han admitido en el pleno el liderazgo de Euskadi a nivel estatal en cifras globales en educación y salud, y han tratado de darle la vuelta asegurando que ese dinero se gestiona mal o no se dirige a actuaciones clave.

La inversión pública supera los 2.000 millones, un 13,5% más que en 2023, y en el terreno de la I+D+i también se registra una subida, esta vez del 6,5%. Azpiazu se remontó hasta 2021 en la presentación de las Cuentas hace unas semanas para situar el incremento total desde entonces en innovación y desarrollo en un 40%. 

En materia de políticas sociales, 10.934,3 millones van destinados a esas áreas, un 72,78% del total. La consejería de Salud se vuelve a llevar la primera plaza como partida líder, con 4.896,6 millones, un 5,3% más. Sagardui defendió en su momento que se ha roto el techo de los 2.200 euros de inversión por habitante, y se han alcanzado los 2.229. “Cero privatizaciones”, resumían desde la consejería ante unas Cuentas que incluyen igualmente 137 millones para modernizar el sistema (76 en obras, 34 en instalaciones, 18 en equipamientos y 9 en informática). Del incremento de 249,7 millones, 208,7 se destinaban a Osakidetza, que se eleva hasta los 3.891,4 millones. La cifra es similar en educación, con 3.675,9 millones. Las Haurreskolak contarán con 74,4 millones, un 17% más. La UPV, 375,3 (+6,2%).

Otro de los ámbitos más tensionados en el debate político, el funcionariado y sus condiciones, tiene su reflejo en que el coste salarial de esta plantilla ronda los 5.900 millones, de los cuales 2.757 corresponden a la Administración General. Estos salarios absorben un 40% del total de los Presupuestos.

Estos Presupuestos arrojan otros datos como que la prestación complementaria de vivienda recibe 79 millones (se traduce en 300 euros mensuales por cada perceptor), y la igualdad de género supone el 19,2% de las políticas públicas, 2,2 puntos más.