Tras el debate de la Ley de Educación en la comisión parlamentaria, donde EH Bildu consumó su descuelgue y votó en contra del proyecto, el consejero Jokin Bildarratz pone en valor que esta ley, con independencia de lo que vote la coalición abertzale en el pleno del 21 de diciembre, “también será su ley”, porque recoge 75 de sus enmiendas y varias aportaciones tras un largo trabajo de tres años. En un artículo que publica Grupo Noticias, el consejero de Educación presenta el proyecto como el resultado de un trabajo coral con los partidos y profesionales del sector, y cree que PNV, PSE y EH Bildu deberían sentirse coautores del texto. Reivindica este consenso frente a las lecturas mediáticas que pretenden poner el foco en las discrepancias, tensionar a los grupos y provocar una confrontación “que no tiene la más mínima base” sobre el debate de los modelos lingüísticos en las aulas.

Este pronunciamiento del consejero llega en un momento en el que se intenta devaluar públicamente esta ley, asegurando que el pacto educativo ha fracasado por el descuelgue de EH Bildu, o que la ley ha perdido representatividad y se limita a la mayoría absoluta que suman PNV y PSE, los dos partidos que componen el Gobierno de Urkullu. Bildarratz pone sobre la mesa la participación de la coalición abertzale en este largo proceso vote lo que vote pero, en cierto modo, también añade presión a Bildu para que reconsidere su sentido de voto, para que recuerde que ha estado en la cocina de la iniciativa.

Se trataría de que EH Bildu elevase la mirada más allá del enredo de los modelos, que se ha alimentado desde determinados sectores de opinión y donde, en realidad, el consejero cree que se defienden posturas muy similares o difíciles de distinguir si se les quitara la firma. No parece que Bildu vaya a revisar su sentido de voto, porque la consulta a su militancia validó su rechazo a la ley, aunque lo hizo con una participación muy escasa que no llegó ni a la mitad de su censo. La consejería no lo da por perdido pero destaca ya que, pase lo que pase, la ley será una realidad en breve.

¿En qué justifica Jokin Bildarratz que esta ley es también de EH Bildu y que la confrontación sobre los modelos es artificial? Por un lado, enumera las bondades que tendría la ley al margen de la polémica de los modelos, como el hito que supone englobar por primera vez a todo el sistema, público y concertado; una escolarización equilibrada del alumnado vulnerable sin segregación, y promover una mayor autonomía de los centros, también para diseñar su proyecto lingüístico. Por otro lado, vuelve a quitar dramatismo a la referencia sobre los modelos lingüísticos porque se realiza a través de una enmienda de PNV y PSE a la exposición de motivos, es decir, no aparece en el articulado, que es la parte de la ley que lleva el peso jurídico; y dice que su mención “ni pone ni quita” porque los modelos A en castellano, B en bilingüe y D en euskera seguirán en vigor aparezcan o no en esta ley, ya que su existencia depende de otra norma, de la Ley del Euskera de 1982.

Además, argumenta que la coalición abertzale presentó un “acuerdo de mínimos” que “también recoge explícitamente la vigencia de los actuales modelos lingüísticos”. “De hecho, apenas existen diferencias entre la enmienda original de PNV-PSE y su última propuesta. Si les quitáramos los membretes, no sería fácil identificar la autoría de uno y de otro”, constata Bildarratz. El consejero recuerda que EH Bildu no ha hecho público este documento, una referencia que parece deslizar que a la coalición no le ha interesado que se puedan constatar esas similitudes públicamente, más allá de la filtración a Gara y Berria.

A todo ello le vuelve a sumar el argumento que ya esgrimió el viernes en el pleno de control del Parlamento, que el 29 de abril de 2021 se aprobó en la Cámara, con los votos de EH Bildu, una proposición no de ley para la defensa de la libertad de elección de los modelos lingüísticos y que defendía “seguir asignando los modelos lingüísticos a impartir en los centros teniendo en cuenta la normativa vigente”. “Ahora, la simple mención a los modelos (que no hay más) en la exposición de motivos es, según parece, la razón del rechazo a toda una ley”, lamenta.

La consejería lleva semanas puntualizando que los modelos van a evolucionar, y ha pedido poner el foco en el objetivo final, el nivel de conocimiento B2 en euskera y castellano a terminar la secundaria, que será la clave. El PNV cree que esta polémica es insólita y solo puede explicarse en que, en realidad, Bildu ha cedido a la presión de algunos sindicatos. Bildu llegó a culpar a Urkullu de romper el acuerdo y dijo que el PNV no le había vuelto a llamar desde la presentación de la enmienda con el PSE el 3 de octubre, pero el lehendakari ha revelado en la entrevista con Grupo Noticias que se ha reunido con Arnaldo Otegi antes y después de esa fecha. El PSE también acepta la evolución de los modelos, pero Bildu cree que quiere hacerlo primando la elección de las familias, y así no se podría lograr el B2.

Ley "de todos"

El consejero recuerda que han sido aprobadas o negociadas 75 enmiendas de EH Bildu pero la coalición decidió votar en contra “de su propia iniciativa”. “Por tanto, paradójicamente, la ley contará con las propuestas de mejora de EH Bildu gracias a los votos favorables del PNV y del PSE”, recalca. Por ello cree que, “vote lo que vote” la coalición aber-tzale, “lo cierto es que esta ley también contará con la importante aportación de EH Bildu; también será su ley” a pesar de que quiera borrarse.

Los hitos

  • Marzo de 2022. Tras un largo proceso de diálogo, EH Bildu confirma que se van a recoger sus aportaciones , entre las que destacan las condiciones a la escuela concertada para acceder al dinero público (no segregar por sexos, laicidad, sin ánimo de lucro...).
  • Abril de 2022. El Parlamento avala las bases con los votos de PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU, para un sistema plurilingüe cuyo eje es el euskera.
  • Abril de 2023. El Consejo de Gobierno aprueba el proyecto.
  • 3 de octubre de 2023. PNV y PSE pactan una enmienda a la exposición de motivos para construir los proyectos lingüísticos sobre la base de los modelos vigentes. El consejero aclara que los modelos evolucionarán. El PSE dice que la propia Celaá habló de “modelos flexibles y dinámicos”. Pero Bildu cree que la actualización en virtud de la Ley de Normalización del euskera supondrá primar la elección de las familias.