Que Manuel García Castellón (Valladolid, 1952) es un juez conservador lo demuestra que llegó a ser tesorero de la Asociación Profesional de la Magistratura. A sus 71 años agota su último año al frente del Juzgado Central de Instrucción número 6 y, como si quisiera seguir la proclama del expresidente José María Aznar cuando dijo hace escasos días aquello de que “quien pueda contribuir a que contribuya; quien pueda actuar que actúe”, Manuel García Castellón ha decidido mantener por terrorismo las causas de los CDR y el Tsunami Democrático y hacer lo que esté en sus manos para que la amnistía termine haciendo aguas. En un foro ya había dejado claro su oposición a la ley de amnistía: “No está prohibida en la Constitución, pero en la Constitución tampoco pone que esté prohibida la esclavitud”, argumentaba para contradecir a los juristas que defienden su encaje legal.
Desde su juzgado de instrucción 6 de la Audiencia Nacional ha hecho lo imposible para enviar a juicio a Pablo Iglesias por el caso Dina, una de las piezas del caso Villarejo en la que se investiga el robo del móvil de esta exasesora del exlíder de Podemos. García Castellón quiso implicar al exvicepresidente español, pero la sala de la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo le pararon los pies.
Otra pata es la Kitchen, por la que deberá ir a juicio el exministro del Interior Jorge Fernández Díaz. Eso sí, después de una primera imputación de María Dolores de Cospedal, García Castellón acabó echándose atrás.