El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, se ha mostrado convencido de que el pacto de investidura que persigue el PSOE se cerrará "sobre la campana, en el último minuto", y Pedro Sánchez "y su equipo" se van a tener que "fajar mucho" en unas negociaciones "muy complejas". Además, tras advertir de que no quiere "tensionar la política española", ha considerado "lógico" hablar del "reconocimiento nacional" de Euskadi porque "van a ser vascos y catalanes quienes van a aupar a Sánchez otro mandato a la Moncloa".

En una entrevista en Radio Euskadi, recogida por Europa Press, el presidente de la formación jeltzale se ha referido a las conversaciones para facilitar la investidura del actual presidente del Gobierno español en funciones y ha afirmado que "esta es una negociación compleja y difícil" por lo que "lo peor que se podría hacer es meterle más dosis de ansiedad de las que ya tiene".

"No es fácil poner de acuerdo a tanta gente, y viniendo cada uno de donde venimos, de las situaciones y de la historia política reciente pasada", ha añadido.

En su opinión, hay que ser "más modesto en las expresiones públicas y, sobre todo, en los ritmos, en ponerle fechas a una investidura" porque ha dicho tener "la sensación" de que este va a ser un acuerdo "que se va a conseguir sobre la bocina, sobre la campana, en el último minuto".

Esto se debe, a su juicio, a que las negociaciones "son complejas en lo material" pero también "en lo simbólico". En el caso catalán, "de juicios políticos" y cómo "se solventa aquella ruptura que hubo" con el proceso político en Catalunya "en los últimos tiempos", y en el caso de Euskadi y el PNV, "se habla del término nación, bilateralidad". "Son palabras que se usan mucho pero que cada uno le suele querer dar un significado diferente", ha dicho.

El presidente del PNV ha afirmado que su partido "va a intentar, desde la responsabilidad" y desde su "línea de enmarcar una tendencia positiva para que el acuerdo sea posible", poner sobre la mesa "las cuestiones que afectan a Euskadi y a los intereses vascos en Madrid".

"Todo esto, si sumamos a los catalanes, a Sumar... hace que sea una negociación multilateral a cinco o seis bandas en la que Sánchez y su equipo se van a tener que fajar mucho, porque todos venimos de una experiencia de relaciones con él, y no ha sido del todo satisfactoria", ha añadido.

Por ello, Ortuzar cree que "cada uno querrá amarrar su negociación y garantizar que luego se va a cumplir, que el acuerdo no sea para una investidura sino para toda la legislatura". "Que haya un acuerdo que permita darle tiempo al Gobierno y a la política para que los acuerdos se cumplan", ha señalado.  

"NO VALEN BUENAS INTENCIONES"

En el caso de las conversaciones con el PNV, su presidente ha advertido de que "una simple declaración de buenas intenciones no vale". "Hace falta un compromiso, con unos plazos de tiempo y unas guías de por dónde tienen que ir el acuerdo. En eso estamos ahora, viendo cómo conseguir que los compromisos tengan un horizonte de cumplimiento cierto y que permita que vayamos tranquilos al acuerdo", ha dicho.

Además, Ortuzar ha señalado que no quiere "tensionar la política española, que ya lo está bastante, pero de una manera muy artificial y con poco sentido común". "Pero creemos que ha llegado el momento de hablar de la cuestión nacional vasca y catalana. Llevamos 40 años obviando este debate pero han pasado muchas cosas y muchas no han sido buenas", ha manifestado.

Entre los elementos positivos ha citado "un autogobierno muy potente, probablemente en más amplio que tenga en Europa una nación sin Estado", y que "es el punto sobre el que construir el futuro". No obstante, cree que ha habido "muchas cosas negativas", así como una "indefinición de la Constitución, hablaba de nacionalidades y regiones" pero "no se ha notado mucho la diferenciación".

"Creemos que ha llegado el momento da llamar a las cosas por su nombre. Euskadi, nosotros creemos que es una nación, tiene todos los atributos para constituirse y reconocerse como nación, y es el momento de empezar a hablar", ha indicado.

Según ha explicado, la "mejor demostración de que hay dos hechos diferentes", son los resultados de las elecciones del 23 de julio en Cataluña y en Euskadi. "Se mandó un mensaje muy claro de que no se quería un gobierno de involución que negara el hecho nacional catalán y vasco", ha dicho.

Por ello, considera que Pedro Sánchez "tienen que ser coherente" con "lo que pasó" en las elecciones. "Al final vamos a ser vascos y catalanes quienes le vamos a aupar en otro mandato en la Moncloa. Es lógico que, en ese mandato, las cuestiones de quienes te han llevado a la Moncloa estén en el debate político", ha apuntado.

En su opinión, hay que "empezar a hablar del reconocimiento nacional vasco, que eso abra la puerta a un nuevo estatus político que arregle todos los problemas de estos 40 años y permita mirar al futuro".

Preguntado por si ha vuelto a hablar con el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont ha admitido que tienen "un contacto abierto" porque el PNV es "discreto en las negociaciones y conversaciones, pero habla con todo el mundo" y en el último más lo ha hecho "con todos los actores posibles".

La intención es, según ha afirmado, coadyuvar a que "esto salga bien". "Nosotros no queremos nuevas elecciones y queremos que haya un espacio de acuerdo con un Gobierno de progreso abierto a negociar y hablar con quienes pensamos diferente el Estado español", ha manifestado.

Además, ha descartado que Puigdemont desee una repetición electoral y ha añadido que "en la mente de casi nadie" está esa posibilidad. "Pero eso no se puede usar desde el Gobierno como una espada de Damocles, yo no arriesgaría. Hay que intentar el acuerdo", ha indicado.   

FEIJÓO

Respecto a la relación con el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha afirmado que no coincide "el tenor de las conversaciones privadas" con la expresión que él tuvo en su fallida sesión de investidura en el Congreso, donde "innecesariamente atacó al PNV".

"Feijóo debe entender que en estas condiciones el problema no lo tiene el PNV sino el PP, que no se puede acercar a nadie porque la relación con Vox le quema. Y no solo por estar con Vox, sino porque le hace decir y proponer cosas inasumibles para cualquier otro partido. Para eclipsar a Vox ha asumido parte de sus propuestas, y eso le ha extremado y llevado a la derecha más dura", ha concluido.