La Ley de Educación ha superado las cuatro enmiendas a la totalidad de la oposición, lo que hace posible que siga su trámite parlamentario, pero con el aviso de EH Bildu de no apoyarla si mantiene los modelos lingüísticos para responder a los "equilibrios internos partidistas" del Gobierno vasco.

El Parlamento Vasco ha debatido este jueves las peticiones de devolución al Gobierno Vasco de este proyecto registradas por PP, Vox, Ciudadanos y Elkarrekin Podemos-IU, grupo este último que aunque suscribió en abril de 2022 el pacto educativo que Educación usó como guía para elaborar el proyecto, se ha mostrado en contra al considerar que no respeta el espíritu de este acuerdo.

Tras rechazar las cuatro enmiendas a la totalidad, con los votos en contra de PNV, PSE-EE y EH Bildu, el siguiente paso es la discusión en ponencia de las alrededor de 300 enmiendas parciales registradas por todos los grupos, debate que el Ejecutivo autonómico desea que se desarrolle en dos meses para que la ley vea la luz no solo antes de que finalice esta legislatura sino antes de que acabe este año.

En este debate, los modelos lingüísticos serán una de las principales cuestiones de discusión entre los grupos, que discrepan en torno a la necesidad de que continúen o no y que han centrado también buena parte del debate de este jueves, en el que EH Bildu ha dejado claro que no avalará la ley "de cualquier manera".

El parlamentario de la coalición abertzale Ikoiz Arrese ha asegurado que con las enmiendas en las que PNV y PSE-EE aclaran la vigencia de los modelos lingüísticos estos partidos "modifican las reglas del juego, condicionan el proceso a peor y hacen una mala gestión del pacto educativo".

Por ello, ha advertido de que su grupo no apoyará una ley "que responda a los equilibrios internos y partidistas del Gobierno vasco", aunque ha dejado claro que estarán negociando "hasta el último segundo" parque su objetivo es lograr una ley "clara y ambiciosa".

La parlamentaria socialista María Jesús San José ha respondido a Arrese y le ha dicho que "llama la atención que se diga que recoger la realidad sociolingüística condiciona todo el proceso" y que esta afirmación la haga un grupo que en una enmienda recoge "el derecho de Euskal Herria a ser nación".

"Si van ustedes por ese camino tienen un problema", ha avisado San José tras insistir en que cualquier desarrollo de los modelos deberá reconocer el derecho a estudiar en las dos lenguas oficiales". "Quien quiera usar esto para la disputa partidista que lo haga, pero nosotros no apoyaremos un marco lingüístico que genere exclusión", ha concluido.

Antes de escucharle, en el turno de defensa de la ley, el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, se ha mostrado convencido de que durante el debate de enmiendas los grupos "serán capaces" de llegar a acuerdos" sobre esta cuestión.

"Se debe priorizar aprobar la ley con el mayor consenso posible. Nuestra sociedad ha cambiado, los modelos también. A partir de ahí nos toca adaptarnos la nueva realidad", ha defendido.

Un pastel lleno de incumplimientos

    En la defensa de su enmienda, Isa González (Elkarrekin Podemos-IU) ha considerado que los modelos son "un factor más de segregación" y ha señalado que la polémica se zanjaría respetando el pacto educativo. Ha sido muy crítica con la ley al definirla como "la guinda de un pastel relleno de incumplimientos" de dicho pacto que "blinda" la concertación y "eterniza" la segregación del alumnado.

El popular Carmelo Barrio ha calificado el proyecto de "excluyente" por ser "de nacionalistas y para nacionalistas". "Es un pacto para la construcción nacional versión educativa", ha advertido Barrio, quien ha denunciado "la injustificada desaparición de los modelos" y la "insuficiente" financiación de los colegios concertados.

La parlamentaria de Vox, Amaia Martínez, ha argumentado su rechazo al proyecto al criticar que "asfixia a los centros concertados, elimina la libertad de la enseñanza y está alineado con el proyecto ideológico del Gobierno Vasco", al tiempo que ha asegurado que busca "eliminar los modelos lingüísticos" y que parte del "adoctrinamiento nacionalista".

José Manuel Gil (Ciudadanos), que ha pedido la dimisión del consejero, ha explicado que la petición de devolución de lo que ha denominado "chapuza impresentable" al Gobierno se sustenta en la convicción de que "remata legislativamente los modelos y quiere enterrarlos para siempre" y de que no plantea medidas para solucionar "los bajos resultados académicos" del alumnado

    Desde el PNV, Gorka Álvarez, que no ha respondido en tribuna a la advertencia hecha por EH Bildu, ha afirmado que la norma garantiza que el alumnado alcance "los niveles educativos adecuados en euskera y castellano sin menosprecios de ningún tipo", pero ha precisado que la norma "va mucho más allá de las lenguas". "Centremos el debate en la educación y no en debates interesados", ha pedido.