Donostia – En el primer pleno de control al Gobierno de Iñigo Urkullu de este último curso de legislatura celebrado ayer en el Parlamento Vasco, el lehendakari trató de desmontar las críticas de los grupos de la oposición, que vendieron un panorama político, social e institucional negativo en la CAV.

Ante estas críticas “catastrofistas” de EH Bildu, Elkarrekin Podemos-IU y PP, Urkullu salió al paso defendiendo su gestión y diciendo que su voluntad es siempre la “mejora continua” de las políticas públicas. Asimismo, negó que el Ejecutivo que lidera haya caído en la “autocomplacencia” y que eluda los principales problemas de los vascos.

Urkullu se pronunció así en respuesta a una pregunta formulada por el portavoz del PP, Carlos Iturgaiz, sobre su valoración sobre la gestión del Gobierno Vasco.

Iturgaiz denunció en su intervención el “escaso” nivel de autocrítica del lehendakari en el pasado pleno de política general y, tras indicar que “pocos le creyeron”, añadió que “hoy la crítica es un clamor social”, con “abundantes” movilizaciones sociales y su “oasis nacional” hace tiempo que se secó”. Por ello, le reclamó una repuesta a los “problemas reales” que afectan a los vascos.

Urkullu le replicó recordando que ya la semana pasada, en el estreno del curso político, asumió los problemas de la ciudadanía y mencionó ocho áreas concretas sobre las que había “margen de mejora”.

En concreto, citó el coste de la vida y el impacto en las familias, el servicio público de salud, la calidad del empleo, vivienda, el servicio de cuidados, los programas de ayudas a la juventud o el ámbito de la seguridad. Urkullu subrayó que, además de hacer autocrítica, adquirió “compromisos concretos ante la sociedad”.

Más allá, el lehendakari manifestó que, en el pleno de política general, compartió “una valoración objetiva” de la gestión del Gobierno, asumió los problemas reales de la ciudadanía y la responsabilidad de trabajar para resolverlos.

Recordó que también destacó tres ámbitos de mejora en los objetivos de país y que en siete objetivos el balance “refleja un cumplimiento efectivo de la meta prevista o una evolución favorable”.

Por otra parte, Urkullu señaló que 38 de los 40 compromisos adquiridos hace un año se han cumplido o están en vías de cumplimiento y estableció tres ámbitos prioritarios de mejora –atención primaria y reducción de las listas de espera, impulso a las energías renovables, reto demográfico y políticas de juventud–. Junto a ello, recordó que ha adquirido ocho compromisos concretos para “dar respuesta a las principales demandas y necesidades de la ciudadanía”.

Así las cosas, Urkullu respondió a la oposición con “indicadores objetivos y públicos”, y recordó que el índice de calidad de Gobierno otorga a Euskadi un valor de 96 sobre 100, y ese índice se basa en tres parámetros, eficiencia en la prestación de servicios públicos, imparcialidad en la prestación de sus servicios y ausencia de corrupción.

Por otra parte, constató el lehendakari que en Euskadi el 75% de la ciudadanía califica como “buena o muy buena” la prestación de los servicios públicos de las instituciones, cuando la media en Europa es del 52%.