PSN y Geroa Bai perfilan un nuevo acuerdo de Gobierno, que podría cerrarse a lo largo del día de este viernes. Ambas partes mantuvieron varios encuentros durante la jornada de ayer, con un cruce de propuestas que, por primera vez tras las elecciones, apunta a un posible acuerdo pendiente todavía de ratificar.

Las diferencias entre ambos partidos han girado hacia un acuerdo al mismo tiempo en el que finalizaba el plazo de negociación. Nadie ha querido tensar más un dialogo que podía acabar en una investidura fallida y en una repetición electoral demasiado incierta, con la derecha al alza en el resto del Estado.

El desbloqueo ha llegado con la última oferta del PSN, que ha aceptado reconocer a Geroa Bai la misma representación institucional de la pasada legislatura. La formación de Uxue Barkos mantendrá así cuatro consejerías en el nuevo Gabinete de Chivite. Tres de ellas serán las mismas: Relaciones Ciudadanas (Euskera y Acción Exterior), Desarrollo Económico (que repite con la mayor parte de sus competencias, entre ellas Industria y Energía) y Desarrollo Rural y Medio Ambiente.

Este último departamento había quedado fuera de la propuesta inicial del PSN para malestar de Geroa Bai, que había hecho de la transición ecológica y del desarrollo de las energías renovables una de sus banderas políticas. Finalmente, los socialistas han accedido a ceder las competencias incluida propia la dirección general de Medio Ambiente, que puede jugar un papel importante en el proceso de transición energética que impulsa la Unión Europea. Del Departamento dependerá además la nueva Agencia Navarra de la Energía, una apuesta recogida en la Ley de Cambio Climático y que toca desarrollar en esta legislatura.

Salud por vivienda

La coalición se queda en cambio sin el Departamento de Vivienda, que se había convertido en una prioridad política para Contigo-Zurekin, y que finalmente pasa a manos de la coalición de Podemos, IU y Batzarre. Una pérdida que también había criticado Geroa Bai tanto por la competencia en sí (formaba parte de la vicepresidencia de José Mari Aierdi) como por las formas con las que se ha producido. El PSN y Contigo habían acordado el reparto sin esperar a cerrar un acuerdo con su tercer socio. No obstante, Geroa Bai asume la parte vinculada al suelo industrial, que pasa a formar parte de Desarrollo Económico.

En su lugar, gestionará el Departamento de Salud, una de las patatas calientes del Gobierno. La pandemia ha dejado secuelas en la gestión sanitaria que requieren de una revisión organizativa que no será nada fácil llevar a cabo. Un reto que recae ahora sobre Geroa Bai, que encara una labor muy expuesta a la crítica social. Por ello, la coalición ha reclamado un compromiso político que garantice suficiencia financiera a la gestión sanitaria en los próximos años.

Senador autonómico

A falta de conocer los términos exactos del nuevo Gobierno, sin cerrar todavía, todo apunta a que Geroa Bai mantendrá también una vicepresidencia en el Gabinete de Chivite como reconocimiento de socio principal de los socialistas. Además, la formación de Uxue Barkos contará con el apoyo del PSN para la elección del senador autonómico, cuyo nombre está todavía sin decidir.

Ambos puntos eran importantes para Geroa Bai, que reclamaba una de las dos vicepresidencias por su valor político, tanto dentro del Gobierno como por la representación institucional que implica fuera de él. Y también el senador autonómico, porque le garantiza representación institucional en Madrid para dar voz a sus reivindicaciones en el debate político estatal, y le permite tejer además relaciones con el resto de partidos en las Cortes Generales en una legislatura en la que los bloques progresista y conservador apuntan a un choque constante.

En ese sentido, el PSN pide garantías de que el nuevo senador autonómico actuará en coherencia con el Gobierno progresista que pueda salir en Madrid, evitando una labor de oposición que los últimos años han reprochado a Koldo Martínez.

Chivite, presidenta

Los socialistas, que posiblemente han acabado cediendo más de lo que pretendían al inicio de la negociación, se garantizan en cambio el premio gordo de la investidura. La presidencia del Gobierno será para María Chivite, la primera mujer que repite mandato y la regidora con más tiempo en el cargo desde Miguel Sanz. El PSN logra además ampliar sus competencias en el Ejecutivo foral, incluidas algunas áreas de contenido económico en las que estaba interesado. Al tiempo que encara la nueva legislatura con la gobernabilidad bien encarrilada.

Chivite tiene garantizados así 21 votos en su investidura, que podrían ser 30 si EH Bildu finalmente acaba votando a favor. Está previsto que la formación soberanista llame a una consulta a sus bases, aunque todavía no está definida la pregunta. En todo caso, serán más que los 20 votos que suma la derecha (UPN, PP y Vox), que vuelven a estar en la oposición.

El acuerdo queda ahora pendiente de las respectivas ratificaciones internas. PNV y Socialverdes se reunieron ayer para analizar el documento y dar previsiblemente hoy una respuesta definitiva. También está prevista una ejecutiva del PSN para dar inicio al proceso de investidura tras un proceso de negociación que deja también muchos daños colaterales.

Porque no ha sido fácil llegar a lo que puede ser el acuerdo final. Que deja un alto coste en las relaciones entre el PSN y Geroa Bai, deterioradas durante unas conversaciones que por momentos han sido muy agrias. Queda por lo tanto el objetivo, no ya de formar el nuevo Gobierno, sino de darle cohesión política interna y estabilidad parlamentaria. Algo que es ya responsabilidad de la futura presidenta, que tras situarse al margen de toda la negociación debe lograr ahora un Gabinete que salga de la dinámica partidista de los últimos cuatro años. Y eso tampoco va a ser fácil.

Acuerdo de Gobierno

El programa sigue pendiente

Negociación abierta. Las diferencias de los últimos días en torno a la estructura del Gobierno han dejado aparcado el acuerdo programático, que estaba ya muy avanzado pero sin cerrar de forma definitiva. Quedan aspectos por concretar, así como la fórmula con la que se va a dar seguimiento al acuerdo y, en su caso, resolver las futuras discrepancias. Está previsto por lo tanto que la negociación siga abierta en los próximos días, dejando para el capítulo de desacuerdos aquello en lo que finalmente no haya consenso. No se esperan sin embargo problemas, una vez que la mayor parte del documento está ya perfilado.