Los representantes legales de Corinna Zu Sayn-Wittgenstein insistieron este viernes en el Tribunal Superior de Londres que es "obvio" que Inglaterra tiene jurisdicción para que vaya a juicio la demanda que la empresaria ha presentado contra el rey emérito Juan Carlos I por presunto acoso.

Andrew Green, uno de los abogados de Corinna, rechazó ante la jueza Rowena Collins Rice, que preside la vista judicial de este viernes en la sala número 13 de la corte, la afirmación de la defensa del rey emérito de que Inglaterra no tiene competencia porque muchas de las alegaciones no ocurrieron en territorio británico.

Inmunidad hasta 2014

La jueza escucha este viernes los argumentos finales de las partes en el último de los cuatro días de vistas preliminares sobre la demanda, en la que la examante del rey emérito le acusa de haberla acosado entre 2012 y 2020, si bien los presuntos hechos ocurridos antes del 18 de junio de 2014 -cuando Juan Carlos I abdicó- no pueden ir a litigio porque el Tribunal de Apelaciones reconoció su inmunidad.

Para argumentar la competencia de las cortes inglesas, Green puso el ejemplo sobre la posibilidad de que Corinna pudiera enterarse en un aeropuerto extranjero de algún tipo de acoso, como pudiera ser acceso ilegal a alguna de sus viviendas, pero que se entera recién al llegar a Inglaterra sobre el alcance de esa acción.

Corinna sufre ansiedad

El letrado también se refirió al estrés y ansiedad que sufrió Corinna -que este viernes no acudió a la vista- al indicar que "ha sido en Inglaterra" donde sufrió ese estado emocional.

"Se trata de actos profundamente amenazadores", insistió Green, y defendió que un informe médico sobre la ansiedad sufrida por Corinna pueda presentarse en un eventual juicio.

Juan Carlos I ha solicitado que la corte desestime la demanda de su examante y considere que Inglaterra no tiene jurisdicción.

Indemnización millonaria

Corinna pide una indemnización de 126 millones de libras (unos 146 millones de euros) por daños y afirma que las acciones del rey emérito le provocaron una gran ansiedad, mientras que el antiguo jefe de Estado de España, de 85 años, rechaza "enfáticamente" que participase o acosara directamente a su examante.

Se espera que la jueza dé a conocer su dictamen después de verano, pero la decisión podrá ser recurrida -por la parte que pierda- ante el Tribunal de Apelaciones de Inglaterra y Gales.