El resultado de las elecciones generales del 23 de julio está tan abierto, que el PNV ha querido este jueves dar utilidad a sus escaños en Madrid en todos los escenarios posibles, tanto si ganara el socialista Pedro Sánchez, como si ganara el popular Alberto Núñez Feijóo y gobernase con la ultraderecha de Vox. Es evidente que el juego sería mayor con Sánchez porque en ese caso se trataría de explorar un acuerdo sobre nuevas bases, pero incluso en la segunda hipótesis del PP y Vox, la más desfavorable para Sabin Etxea porque el partido jeltzale no podría ni querría acordar con un Gobierno español condicionado por la ultraderecha, el PNV cree que tener una representación numerosa sería igualmente relevante, esta vez, como mecanismo de defensa y para ahuyentar las agresiones, para que PP y Vox se lo piensen “dos veces” antes de atacar el autogobierno si ven que el PNV está fuerte.

Ahí lo dejó el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, en un mitin celebrado en Zarautz. Sus palabras parecen remitir a algunas experiencias previas también desfavorables en las que se pudo mantener el tipo, y parecen remitir igualmente al plus que otorga contar con un grupo propio en el Congreso, con cinco escaños, para convertirse en una molestia para PP y Vox garantizándose turnos de intervención y cupo de iniciativas y preguntas, todo ello acompañado por la ofensiva que se prevé desde el Gobierno vasco para recurrir y tratar de frenar las leyes recentralizadoras. Aunque a nadie se le escapa que es muy difícil influir en una legislatura donde el Gobierno tenga mayoría absoluta y las opciones de reconducir medidas son mínimas, es cierto que se pueden localizar algunos ejemplos en los que el PNV ha podido condicionar leyes, como la de régimen local, incluso estando en la oposición con gobiernos con mayoría absoluta, como el de Mariano Rajoy en 2011. En ese caso, el PNV introdujo salvaguardas sobre la foralidad. En algún caso con los socialistas, en la época de los acuerdos en Catalunya, el PNV también terminó logrando influir.

Ortuzar llevó la voz cantante en el mitin en Zarautz mientras el portavoz en el Congreso y candidato por Bizkaia, Aitor Esteban, preparaba el debate televisivo de la noche. Los caprichos del calendario quisieron que este protagonismo coincidiera con el cumpleaños de Ortuzar, quien celebraba sus 61 años. El mitin forma parte de la ronda festiva Euskadiren Ahotsa Gira, con food-truck, txiki-txoko y teatro callejero.

Condiciones para Pedro Sánchez

Ortuzar aseguró que es “más importante que nunca ser fuertes en Madrid”. En el caso de que Sánchez ganara las elecciones y necesitara los votos del PNV, para “lograr cosas para Euskadi”. “Ahí estaremos listos para hablar y negociar. Pero la condición es que sea a favor de Euskadi. No le vamos a dar ningún cheque en blanco, no le vamos a pagar por adelantado. En esta legislatura hemos aprendido mucho de Sánchez. Y no vamos a tropezar otra vez con esa piedra. Nos tendrá que hacer un buen planteamiento, a favor de nuestros intereses, y nos tendrá que ofrecer garantías”, avisó Ortuzar.

Para ahuyentar a la derecha si gana Feijóo

Si ganara la derecha y tuviera el respaldo de Vox (“ojalá no se dé”, recalcó Ortuzar), el jeltzale cree que sería necesario tener una presencia importante para que respeten al PNV y “no se atrevan a dañar nuestro autogobierno”. “El otro día me preguntaban en una radio por esta opción, y les dije que entonces habrá que ponerse un chubasquero de gore tex y esperar a que pase la tormenta y escampe. Pero también para esa situación es necesario que nos vean fuertes como país, como Euskadi. Es necesario que el chubasquero sea resistente al frío y al agua. Para que podamos aguantar. Para que nos tengan que respetar. Para que se tienten la ropa antes de venir a atacar lo que tenemos, a nuestro autogobierno. Si ven un PNV fuerte, se lo pensarían dos veces”, alentó.

"Gane quien gane, Euskadi necesita defensa"

Ortuzar resumió estos dos escenarios con una consigna: “Gane quien gane en Madrid, Euskadi necesita una buena defensa”. El PNV se presentó como un partido que ha defendido el autogobierno en todas las circunstancias, ya sea con “acuerdos de investidura”, estado en la oposición “pura y dura”, o con “mayorías absolutas socialistas y populares”. “Hasta en las condiciones más adversas, en las condiciones más difíciles, siempre hemos arrancado de Madrid proyectos, inversiones y beneficios para Euskadi, además de defender a capa y espada nuestro autogobierno”, insistió.

Ortuzar terminó haciendo una comparativa entre los líderes estatales y la plaga de las medusas en las playas, las carabelas portuguesas, que paralizan a los peces para después ingerirlos. Algunos peces, continuó Ortuzar, son inmunes al veneno y utilizan a la medusa como lugar de protección. Frente a ellos, el jeltzale presentó al PNV como un “pez luna”, que es el único “que se come a las medusas” y no depende de ellas.

Defensa del euskera y poder judicial propio

La cabeza de lista por Gipuzkoa, Maribel Vaquero, por su parte, defendió que Euskadi tenga un poder judicial propio para evitar sentencias como la que cuestiona el euskera en los ayuntamientos o la última contra los perfiles de euskera en los secretarios municipales. Una justicia que en ocasiones “desconoce y no comparte” la realidad social vasca y con la que fue muy crítica.