Sumar, la formación impulsada por la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, y el grueso de partidos progresistas, entre ellos Podemos, encaran una semana decisiva para conseguir una candidatura de unidad a las elecciones del 23-J, con diversos partidos que ya han mostrado su adhesión al proyecto o han esbozado sus demandas de cara a la negociación. Sin embargo, la principal incógnita sigue siendo si los morados confluirán finalmente en esta lista.
La normativa electoral marca que las coaliciones estén registradas el próximo 9 de junio para afrontar el adelanto electoral y tener a punto la reagrupación a la izquierda del PSOE, uno de los objetivos de Díaz con el lanzamiento de su candidatura y que trató de mostrar en el acto del 2 de abril en el polideportivo Magariños de Madrid.
Así, los contactos se extienden a formaciones como Podemos, IU, En Comú Podem y Alianza Verde (que forman parte del actual espacio de Unidas Podemos), y a otros partidos ajenos como Compromís, Más Madrid-Más País, Chunta aragonesista, proyecto Drago, Verdes Equo, Batzarre o Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC), entre otros.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, se mostró el pasado viernes optimista respecto a las negociaciones que mantiene con una quincena de formaciones progresistas, para proclamar que “sin lugar a dudas habrá acuerdo”, dejando claro que es necesario la discreción para que el proceso fructifique, pero la realidad es que las conversaciones están estancadas.
En esta línea, las distintas fuerzas de izquierda han mostrado sus prioridades y líneas rojas para esta negociación, donde se dirimen aspectos como el peso y posiciones en las listas electorales, propuestas programáticas, reparto de recursos y enfoque de la campaña.
Renuncia de Garzón
Mientras tanto, en el caso de IU, su coordinador federal y ministro de Consumo, Alberto Garzón, insistió ayer en que su renuncia a ir en las listas es la decisión correcta, dado que es sano para los proyectos políticos la renovación de representantes en la primera línea política.
También llamó a las distintas organizaciones progresistas a confluir en Sumar, tras el mal resultado para la izquierda en el 28-M y la “magnitud del reto” que supone el adelanto electoral, de cara a combatir la “ola reaccionaria”.
Tanto IU como el PCE ya han dejado claro su apoyo y adhesión a la confluencia que trata de armar Díaz, mostrando su determinación de trabajar dentro de Sumar para “salir a ganar” las elecciones generales, y llamando a involucrarse a “todas” las izquierdas, lo que en este momento está en el aire debido a las dudas que suscita la inclusión de Podemos en la candidatura.
Podemos reivindica su papel
A este respecto, la formación morada ya manifestó el pasado lunes la reactivación de los contactos con Sumar, dado que su voluntad es un acuerdo que blinde la unidad de la izquierda para el 23-J, como expuso su líder, Ione Belarra.
Fuentes de la formación remarcan que Podemos, pese al mal resultado en los comicios del 28-M, es necesario para este proceso de unidad, dado que son una formación de implantación estatal al igual que IU, que en las generales suele tener mejores resultados que en citas autonómicas, como se apreció ya en 2019, y que Sumar requiere de la potencia de su organización para desplegar la candidatura de Díaz.
En esa línea, durante la semana pasada, el exvicepresidente Pablo Iglesias advirtió de que sería un “fracaso” para Díaz y todas las formaciones que no se logre la unidad, y advirtió que esa negociación no se puede enfocar como una especie de “los juegos del hambre”, donde se aspire a imponer la “venganza” y “humillación” a Podemos y sus dirigentes.
A su vez, sobre el futuro de las líderes de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, de cara a su papel dentro del proyecto, Yolanda Díaz no entró el viernes en esta cuestión y remarco que esa pregunta debe ir dirigida a cada persona.