Esta semana arranca la campaña para las elecciones municipales y forales del 28 de mayo que decidirán quién gobierna las tres diputaciones de la comunidad autónoma y los 251 municipios durante los próximos cuatro años. El PNV vuelve a partir como favorito y las encuestas auguran que será la primera fuerza en número de votos, pero al mismo tiempo estos comicios mantienen en vilo a un buen puñado de ayuntamientos donde la pugna ha sido históricamente muy reñida y donde la alcaldía se decide por muy pocas papeletas de diferencia o, en ocasiones, por los pactos postelectorales que pueden desalojar a la fuerza más votada. La campaña que comienza en la medianoche del jueves al viernes de esta semana dará paso dos semanas después a una noche electoral donde la atención se centrará en los municipios más poblados por su trascendencia cuantitativa, y en aquellos donde el resultado está más disputado.

Gipuzkoa

Gipuzkoa es un territorio donde los resultados suelen ser ajustados entre el PNV y EH Bildu, aunque las encuestas siguen augurando la victoria de los jeltzales en la Diputación foral con Eider Mendoza como aspirante. La coalición soberanista ha situado como candidata a Maddalen Iriarte, su exportavoz en el Parlamento Vasco, y el Sociómetro de la Diputación le da la opción de disputar un empate, aunque el PNV se mantiene en cabeza. En Donostia, parece que no peligra la reelección del jeltzale Eneko Goia, que además sumaría mayoría absoluta con sus socios del PSE.

Gipuzkoa es también el terreno de juego más delicado para la relación PNV-PSE, por la rivalidad que tienen en Irun y Eibar donde, de hecho, no gobiernan en coalición. Son dos de las pocas alcaldías que les quedan a los socialistas, que además han recibido críticas de personalismo por la gestión de José Antonio Santano en Irun, las relaciones están tocadas, y han sido igualmente constantes las acusaciones de deslealtad hacia los jeltzales. El PNV podría tener cerca el empate con sus socios en Irun, según el EITB Focus, lo que enmaraña todavía más la situación. Está por ver si se repite el episodio de 2019, cuando el PNV de la localidad estuvo a punto de disputar la Alcaldía al PSE con alianzas alternativas aunque el más votado fue Santano; o bien si el jeltzale Xabier Iridoy logra la victoria y le da la vuelta a la situación.

Lo que sucede en estas dos plazas ha alimentado la hipótesis de una alianza de izquierdas para aislar al PNV. En Irun, el Gobierno es de PSE y Podemos, y en Eibar se acaba de alcanzar un acuerdo presupuestario entre el socialismo y EH Bildu.

El pacto sí funcionó en Andoain y Pasaia, donde el PSE quedó en segunda posición tras EH Bildu pero consiguió las alcaldías gracias al apoyo del PNV. Los socialistas tienen ante sí el reto de rentabilizar la Alcaldía y lograr una victoria en los comicios por encima de EH Bildu. Los resultados de PNV y PSE en esas localidades, por otro lado, no están muy alejados entre sí, lo que deja todo abierto.

Estos pactos para desbancar a la fuerza más votada son hasta cierto punto comunes (sobre todo, si el resultado electoral no es muy claro) y están presentes en todos los partidos, que a veces se brindan apoyos cruzados. En estos casos, el PNV apoyó al PSE, pero también ocurrió a la inversa: el PNV, gracias al PSE, arrebató Lezo, Soraluze y Mendaro a EH Bildu, que había sido la fuerza más votada.

El PSE, con once alcaldías en la CAV, tiene su mayor presencia en Gipuzkoa, donde gobierna igualmente en Zumarraga, Larraul, Berrobi y en Lasarte-Oria. En esta última plaza, no se ha calibrado aún si tendrá impacto electoral la confesión de la exalcaldesa socialista Ana Urchueguía sobre el manejo de los fondos para el municipio nicaragüense de Somoto, situación denunciada repetidamente por el PNV durante años.

Habrá también disputa en Tolosa, municipio jeltzale donde EH Bildu le pisa los talones, y donde el EITB Focus vaticina un empate a ediles y una victoria de la coalición abertzale en votos. El PNV lidera otros municipios como Arrasate y Zarautz. Por otro lado, otra de las incógnitas que tendrá que despejarse es el papel que tendrá Elkarrekin Podemos-IU en la gobernabilidad en Gipuzkoa, y si va a extenderse el acuerdo que tiene con EH Bildu en Errenteria y Ordizia y que da estabilidad a la coalición soberanista.

Bizkaia

El territorio vizcaino es el feudo del PNV y las encuestas vuelven a prever una victoria categórica tanto en la Diputación foral como en el Ayuntamiento de Bilbao. Dos sondeos han llegado a vaticinar un triunfo por mayoría absoluta en ambas plazas (el EITB Focus, con 26 escaños para Elixabete Etxanobe en Bizkaia; y el Sociómetro, con 15 concejales para Juan Mari Aburto en Bilbao), aunque Sabin Etxea responde con un gesto de escepticismo por la fragmentación política que caracteriza a Euskadi y porque puede ser contraproducente a la hora de movilizar a los votantes que se le augure una ventaja tan amplia. En los municipios más poblados del territorio, como Getxo y Barakaldo, se prevé igualmente que el PNV repita su victoria.

Buena parte de la expectación se va a centrar en comprobar si el PNV será capaz de recuperar Durango y Galdakao, dos municipios que gobernó durante cuatro décadas, donde volvió a ser el más votado en 2019, y de los cuales fue desalojado por EH Bildu mediante pactos postelectorales. En Arrigorriaga, EH Bildu sí ganó por primera vez al PNV unas elecciones. Las miradas también se giran hacia Gernika-Lumo tras la ruptura de la colaboración entre el alcalde José María Gorroño y los jeltzales.

La alianza entre el alcalde y el PNV arrancó en 2015 tras el veto de la dirección de EA a que Gorroño se presentara como candidato. Los jeltzales lo llevaron como cabeza de lista, pero en los últimos tiempos habían trasladado ya al regidor que el proyecto jeltzale tenía que tener su propio recorrido con un aspirante de la casa, manteniendo al mismo tiempo al equipo de Gorroño en sus listas. El alcalde ha decidido presentarse con su propia plancha, Guztiontzako Herria; y las siglas del PNV las representará Xabier Irazabal. Las encuestas auguran un empate entre el PNV y EH Bildu, y parece ser que Gorroño tendría la llave para inclinar la balanza. La coalición abertzale, por su parte, ha retrocedido algunas posiciones en la costa, aunque le queda el feudo de Ondarroa.

Es en Bizkaia donde el PSE tiene dos de sus once alcaldías, en Ermua y Portugalete. Los socialistas han padecido una pérdida paulatina de poder en Ezkerraldea y Meatzaldea, zonas de tradición obrera que han cambiado de color y se han abonado al PNV con la excepción del municipio jarrillero, que permanece fiel al PSE y donde Mikel Torres se ha hecho fuerte. En cualquier caso, estas elecciones darán la oportunidad de comprobar cómo funciona la renovación del PNV en esa zona, empezando por Sestao, que ya no contará con el gancho de Josu Bergara, quien logró dos mayorías absolutas consecutivas y cedió el testigo en 2021 a Ainhoa Basabe tras su marcha a la Diputación.

Araba

Las encuestas vuelven a dar la primera posición al PNV en la Diputación de Araba y en el Ayuntamiento de Gasteiz. EH Bildu sería la segunda fuerza por delante de los socialistas, aunque donde verdaderamente puede suponer una amenaza para el triunfo jeltzale es en la capital, donde los resultados siempre están en un pañuelo y ahora se vuelve a hablar de empate entre Beatriz Artolazabal y Rocío Vitero. Aun en el caso de ganar las elecciones, el PNV tendría ante sí el reto de hacerlo con claridad y de conseguir la ansiada mayoría absoluta con el PSE.

Los jeltzales tienen las alcaldías de los municipios más poblados del territorio, además de Gasteiz. Es el caso de Laudio, Amurrio, Oion y Agurain, aunque en esta última Alcaldía EH Bildu tiene muchas opciones y ya en 2019 el triunfo jeltzale se produjo por tan solo 17 votos. El PSE, por su parte, lidera un Ayuntamiento, Iruña Oka.

Es en este territorio donde el PP tiene sus dos únicas alcaldías, el minúsculo reducto de poder institucional que le queda en Euskadi: Mañueta y Navaridas, que suman unos 500 habitantes entre las dos. Al PP no le beneficia su limitada capacidad de interlocución con el resto de fuerzas y cayó a merced de dos pactos postelectorales de PNV y EH Bildu en Guardia y Bastida, donde fue el partido más votado. Los populares no se cobraron la venganza y votaron a favor del PNV en Kuartango para resolver su empate con EH Bildu en otra de las plazas más disputadas.

En Argantzun, donde también se produjo un empate entre EH Bildu y el PNV, sin embargo, estas dos formaciones alcanzaron un acuerdo para que gobernara la coalición abertzale, la lista más votada. Argantzun es una de las dos localidades del enclave de Trebiñu. La otra localidad, la propia Trebiñu, ha sido gestionada por el PNV hasta la ruptura del pacto con los independientes. Lo que suceda en este enclave que PNV y Bildu quieren que se integre en Araba también centrará las miradas. l

El 28-M, en cifras

  • Municipios: 251 alcaldías. El día 28 de mayo se elige la representación en un total de 251 municipios de la Comunidad Autónoma Vasca, de los cuales 112 están en Bizkaia; 88, en Gipuzkoa; y 51, en Araba. También son elecciones municipales en el resto del Estado.
  • Concejales: 2.661. Se elegirá la identidad de 2.661 concejales en los municipios de la comunidad (986, en Gipuzkoa; 1.244, en Bizkaia y 431, en Araba).
  • Juntas: 153 representantes. Están en liza las Juntas Generales de los tres territorios de la comunidad autónoma, y el reparto de un total de 153 junteros (51 en cada territorio, Gipuzkoa, Bizkaia y Araba).
  • Calendario. La campaña. Los partidos comenzaron ya hace unas semanas una intensa precampaña lanzando sus principales mensajes y presentando a sus candidatos para la cita del día 28, pero podrán pedir el voto oficialmente en la medianoche del jueves al viernes de esta semana. Ese momento marca el pistoletazo oficial de salida de la campaña, que suele comenzar con la tradicional pegada de carteles nocturna por parte de los partidos. La campaña durará 15 días, y el sábado día 27 tendrá lugar la jornada de reflexión, donde los partidos no podrán solicitar el respaldo de la ciudadanía. El día 28 tendrá lugar la votación.