Donostia – Elisa Beni, periodista y escritora, demanda huir de las interpretaciones a la carta, basadas en una selección de fragmentos, y leer la sentencia del TJUE completa y con una mirada global.

Al consenso inicial sobre que la justicia del TJUE limita la capacidad de Bélgica se han sumado análisis que destacan lo que puede condicionar a Llarena. ¿Cómo se sitúa?

–La sentencia dice lo que dice. Otra cosa es que haya gente que le guste leer cachitos, y piense que puede extraer un párrafo que le reafirma, y olvidar el sentido de la sentencia. Leer sentencias largas y complejas entiendo que es un peñazo, pero quien no sabe o no tiene la paciencia de hacerlo, que no se dedique a interpretarlas. Si esta sentencia le diera la razón totalmente a Llarena, simplemente tendría que contestarle lleva usted razón. Pero salvo en un caso, en el resto de las prejudiciales no hay una en la que el Tribunal no ponga un excepto o un pero. Y qué curioso, esos exceptos o peros, todos casan con la postura de Bélgica. La única forma de interpretar la sentencia es que El Tribunal de Justicia de la Unión Europea, queriendo blindar el sistema de funcionamiento de la euroorden, para impedir que estados tipo Polonia o Hungría empiecen a hacer lo que quieran, a este caso le ve aristas, porque hace tantos exceptos y peros, que desde luego no está diciendo a Bélgica que lo que hizo no podía hacerlo, sino que si los jueces belgas quieren volverlo a hacer, tienen que hacerlo como ellos dicen. Hagan el relato que hagan los señores del Supremo u otros, esto al final tendrán que interpretarlo en el Tribunal de Estrasburgo y en otros tribunales con causas pendientes, y ya verá cuál es la interpretación de la justicia europea.

¿Qué cree que pasará si le quitan la inmunidad a Carles Puidemont?

–Supongo que Llarena volvería a pedir las euroórdenes. Y Bélgica, a la vista de esta sentencia, tomaría sus decisiones. ¿Usted cree que los jueces belgas pueden interpretar que tienen que entregarlo inmediatamente, cuando les están diciendo que pueden ponderar determinadas cosas en algunos casos concretos de individuos o de grupos concretos?

En principio, en otoño, estaremos en la antesala de las generales. La Justicia belga conoce los tiempos...

–En ningún caso va a estar Puigdemont aquí antes de las elecciones generales. No dan los plazos. Bajo ningún concepto. Aunque en marzo se produjera ese fallo, y volvieran a activar las euroórdenes, estas tendrían todos los recursos posibles de los abogados de Puigdemont. Los plazos que me dan son posteriores a finales de este año. Y eso no lo controlan ni el Gobierno español ni Llarena. Esos tiempos se producen en Europa y en la justicia de otro país. En general, hacer política con cuestiones judiciales es una pelota contra un frontón que igual te arrea cuando ya te estás yendo del partido, porque no sabes cuándo va a volver. De todas formas, tampoco entiendo, y ahora ya en términos políticos, la cuestión de que el PSOE haya decidido que es un activo electoral traer a Puigdemont antes de las elecciones.

Ya lo fue para el PSOE en las de 2019.

–Ya, pero es un poco loco. Convences a tus electores de que para hacer la paz en Catalunya tienes que cambiar la malversación, que esto para mucho elector del PSOE es muy heavy, porque va a tener repercusiones, y ya ha tenido alguna en el tema Gürtel, y cuando ya tienes el voto de los catalanes, dices que el procés está acabado, y que lo importante es traer a Puigdemont.