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El Ayuntamiento de Oñati critica que la progresión de grado sea la excepción

José María Arregi, Fitipaldi, ha pasado 19 años en la cárcel y cumpliría con la totalidad de su condena en diciembre de 2026, por lo que "ha completado tres cuartas partes" de la pena y "reúne todas las condiciones" para pasar de grado y "también para acceder a la libertad condicional"

El Ayuntamiento de Oñati critica que la progresión de grado sea la excepciónEP

El Ayuntamiento de Oñati ha emitido una declaracióntras la revocación del tercer grado del dirigente de ETA José María Arregi, "Fitipaldi", en la que pide que estas resoluciones sean "compatibles" con las decisiones de los órganos de administración de las cárceles para que "la progresión de grado sea la norma y ​​no la excepción".

José María Arregi Erostarbe, "Fitipaldi", nacido en Oñati hace 76 años, ha regresado a la prisión donostiarra de Martutene después de que el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional haya revocado la concesión del tercer grado concedido por el Gobierno Vasco en febrero.

El auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria ha estimado los argumentos planteados por la Fiscalía y ha revocado la concesión del tercer grado por lo que Arregi, que fue clasificado en tercer grado por el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco tras recibir un informe favorable de la Junta de Tratamiento de Martutuene, volverá a ser clasificado en segundo grado.

La declaración de Oñati señala Arregi que ha pasado 19 años en la cárcel y cumpliría con la totalidad de su condena en diciembre de 2026, por lo que "ha completado tres cuartas partes" de la pena y "reúne todas las condiciones" para pasar de grado y "también para acceder a la libertad condicional".

La declaración, que ha sido aceptada por unanimidad con los votos de los diez concejales de EH Bildu y los 7 del PNV, remarca la circunstancia de que Arregi tiene 76 años.

La corporación oñatiarra muestra su "preocupación" por los sucesivos recursos que la Fiscalía interpone contra las decisiones de las juntas de tratamiento, "que son las mejor conocen la evolución de los reclusos".