La Comisión de Asuntos Exteriores del Senado ha rechazado, con el voto en contra del PP y la abstención del PSOE, una iniciativa de Junts para forzar al Gobierno español a impulsar la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea. Esta propuesta ha contado tan solo con los votos a favor de ERC, PNV y EH Bildu, siendo decisiva la abstención de los socialistas para que no saliera adelante. En concreto, JxCat pretendía que el Ejecutivo trabajara en hacer oficial en la UE la lengua catalana, aunque aceptó una enmienda del PNV que extendía esta oficialidad a todas las lenguas cooficiales en el Estado. Un indicativo de cómo se moverá Moncloa pese a que el propio Gobierno de Pedro Sánchez acordó con el Govern de Pere Aragonès en la mesa de diálogo impulsar las lenguas cooficiales en el Parlamento Europeo.

“El catalán logrará su plena oficialidad en la UE como se merece una lengua tan hablada. Para ello pido el apoyo de Junts, para que sea posible construir consensos y complicidades, porque lo que no ayuda y sí perjudica es querer hacer política a corto con las lenguas y querer jugar a dividir entre buenos y malos catalanes”. Así ha justificado su postura el PSOE ante el posconvergente Josep Lluís Cleries. José Castellà ha acusado a Junts de “acometer la frivolidad de querer usar la lengua como recurso de movilización electoral a corto plazo”. Moncloa se ha excusado además recordando que ya ha pedido al Parlamento Europeo que el catalán, el gallego y el euskera puedan ser lenguas de uso en los plenos de la Eurocámara, y ha pedido a JxCat que “juegue con lealtad”.

Se hace difícil pensar que pueda prosperar la petición del Ejecutivo español, aunque en la Cámara europea, donde hay mayoría conservadora, la disciplina de voto de los grupos es líquida. Depende del poder de convicción de los partidarios del uso de las lenguas cooficiales en el pleno. “[El Gobierno español] trabajará para conseguir una mayoría suficiente que avale esta petición antes de que acabe el año en curso”, se comprometió Moncloa en el acuerdo con la Generalitat. La petición que se presente debe ir acompañada de una propuesta que sea “viable técnicamente y financieramente”. Y es que el estado miembro que lo solicita es quien se tiene que hacer cargo del coste de la traducción.

En este escenario, el senador del PNV, Luke Uribe-Etxebarria, ha reprobado y denunciado el posicionamiento del PSOE, que “deja en evidencia los mensajes que hemos podido escuchar a representantes institucionales del Gobierno central en Euskadi”. “El Gobierno español puede y debe hacer posible que la oficialidad de estas lenguas se convierta en una realidad. La oficialidad, también en las instituciones comunitarias, del catalán, del euskera y del gallego supondría un espaldarazo muy importante para hacer prevalecer y convertir en realidad los principios europeos de diversidad cultural y lingüística que defendemos”, ha verbalizado el dirigente jeltzale.

Demanda jeltzale

El PNV ya se ha movido en este sentido con anterioridad. De hecho, ya el pasado año, en la misma Eurocámara, la jeltzale Josune Gorospe, como representante de las Cortes Generales, verbalizó que “la UE es más que 24 idiomas oficiales y 27 Estados miembro”. Con el objetivo de que se escuche “la voz” de Euskadi, señaló que la UE “debería darse cuenta de que aquí hoy solo se pueden hablar 24 idiomas distintos y que en la Unión Europea existen más lenguas oficiales, y no podemos utilizarlas porque no están reconocidas”. “Muchas personas quieren ser escuchadas en su idioma”. Y es que existen “más naciones sin Estado, que también quieren formar parte de la arquitectura con voz y con voto” en la Unión, entienden desde la formación jeltzale. “Si existen unos principios de Copenhague, que se aplican a aquellos nuevos Estados que quieren incorporarse, ¿por qué no puede hacerse con esas naciones que forman parte de Europa, que son europeístas de vocación, acción y firme compromiso, para que puedan entrar con más fuerza y voz en la arquitectura europea?, interpeló ya entonces el PNV.