De manera silenciosa, sin participar en la guerra fiscal que se ha desatado en el Estado entre el PP y el PSOE, el lehendakari cree que el modelo fiscal vasco ha ido dando pasos muy medidos y sopesados que convierten a Euskadi en la comunidad con las mayores medidas de alivio del Estado. Tras haber soportado las afirmaciones que lo presentan a él y a las diputaciones como una especie de don Tancredo fiscal, Urkullu ha sacado pecho finalmente de lo realizado hasta la fecha. Es un modelo que cree que huye de las improvisaciones, que busca cierta estabilidad sin cambios cada mes, y que aun así ha demostrado una flexibilidad suficiente como para aprobar las mayores medidas de alivio para los colectivos vulnerables en todo el Estado tras el estallido del conflicto en Ucrania y la crisis energética. 

Urkullu ha defendido este viernes en el primer pleno de control del Parlamento Vasco tras el verano el uso que se le está dando al Concierto Económico y la capacidad fiscal propia desde las diputaciones forales, en un momento en que el PP y el PSOE han entrado en una competición sobre los impuestos. El debate llegó al Parlamento de la mano de Carlos Iturgaiz, portavoz de PP+C’s, quien volvió a pedir una rebaja de los impuestos y aseguró que el PNV no está exprimiendo todas las opciones que le brinda el Concierto. Aseguró que la autonomía fiscal no está “para llenar la caja” y para que el consejero Azpiazu “duerma felices sueños” con la tranquilidad de que tiene una tesorería holgada.

El PP está presionando en todo el Estado para reducir la carga impositiva, pero el PSOE aprieta por el otro flanco a los populares y los acusa de practicar una competencia desleal y de vaciar de recursos el Estado de Bienestar. En las últimas semanas, comunidades del PP como Madrid y Andalucía han bonificado el Impuesto de Patrimonio, y este jueves el Gobierno español anunciaba un impuesto a los ricos para anular esas maniobras. Pero, al mismo tiempo, quizás presionada por las deflactaciones en Euskadi y por otros discursos que le pedían un gesto con las rentas medias y bajas, Moncloa ha elevado el mínimo exento en el IRPF y ha actuado con otras medidas. Aun así, del cuadro general del IRPF se desprende que las mayores medidas de alivio son las vascas: el Estado ha elevado el mínimo exento a 15.000 euros al año frente a los 14.000 vascos, pero en Euskadi se han activado otro tipo de compensaciones como una minoración de la cuota de 200 euros para rentas de hasta 30.000 y varias deflactaciones.

Tres deflactaciones

Urkullu le negó a Iturgaiz que no haya movido ficha. “Usted dice algo que no es verdad”, aclaró. El lehendakari explicó que hace cuatro años se hizo una reforma fiscal y que el propio PP la acordó con PNV y PSE. Todavía se están analizando los resultados de esa reforma y no se harán cambios hasta que exista una mayor certidumbre económica, ya que los últimos dos años han sido de pandemia y no permiten extraer conclusiones claras. 

En cualquier caso, Urkullu aclaró que se han tomado decisiones para aliviar la carga a las familias, autónomos y empresas. “En enero, de acuerdo con las diputaciones forales, aprobamos la deflactación del 1,5% del IRPF. Hemos acordado la concertación de los nuevos impuestos con el Estado. En julio, acordamos deflactar un 4% adicional la tarifa del IRPF, aplicar una minoración de la cuota de 200 euros a todas las declaraciones inferiores a 30.000 euros, así como una minoración progresiva a las declaraciones entre 30.000 y 35.000 euros”, explicó, entre otras actuaciones, para añadir que en el pleno de política general anunció otra deflactación que entraría en vigor el 1 de enero para atenuar la inflación subyacente y se acordará entre las diputaciones a mediados de octubre. “En Euskadi hemos sido la comunidad autónoma que hemos procedido al mayor alivio fiscal en el Estado”, dijo.

“Se han adoptado medidas de alivio fiscal con una discriminación positiva para las personas más vulnerables, y así lo vamos a seguir haciendo. Contamos con un sistema fiscal consensuado, progresivo, eficaz y que ofrece buenos resultados. Y en materia fiscal, es recomendable mantener una senda de estabilidad y de prudencia”, defendió.

Euskadi depende de su propia recaudación

Urkullu también recordó a Iturgaiz que Euskadi depende de su propia recaudación fiscal y no tiene la red de seguridad que sí tienen otras comunidades como la de Madrid, que pueden acudir a fondos de rescate y financiación del Gobierno español. “Le recuerdo que asumimos un riesgo unilateral, porque dependemos de nuestra capacidad de generar recursos. Está muy bien plantear la bajada de impuestos en todas las comunidades autónomas del Estado y reclamar al Gobierno español la cobertura de todos los servicios con la financiación. Nosotros no dependemos de la financiación del Gobierno español”, avisó.

Impuesto a los ricos sin impacto

El paquete del Gobierno español sobre el IRPF y el Impuesto de Sociedades, como ya admitió la ministra Montero, no afecta a las haciendas forales de la CAV y Nafarroa porque son impuestos de su competencia. Sí les afecta el nuevo impuesto de solidaridad para las grandes fortunas, que al ser de nueva creación se va a concertar como reconoció Montero, pero en ámbitos vascos se ve muy probable que no tenga repercusión en Euskadi porque ha mantenido el Impuesto de Patrimonio y el nuevo gravamen está pensado para los territorios del PP que lo han bonificado.