Tan manifiesta fue la crítica de Unidas Podemos a la reforma de los secretos oficiales, que ayer se hablaba ya de la Ley de Información Clasificada del PSOE, y no de todo el Gobierno español en su conjunto. Ambas partes tendrán que limar sus discrepancias cuando el anteproyecto vuelva en segunda vuelta al Consejo de Ministros, y antes de enviarlo, por tanto, al Congreso y someterlo al criterio del resto de los partidos. Según fuentes del espacio confederal consultadas por Europa Press, el socio minoritario de la coalición no está conforme principalmente con el periodo de hasta 50 años para desclasificar determinada información reservada. La agencia Efe añade que podría no apoyar el proyecto, aunque a lo largo de la tarde se conoció un encuentro para abordar en general la legislatura entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz y parece que la tensión ha bajado.

Desde Unidas Podemos sostienen que el Estado es una “democracia madura” y “tiene derecho a conocer su historia”. También consideran que es importante dialogar con los socios habituales del bloque de investidura para conocer su opinión y favorecer que se tramite en las Cortes Generales. Aluden por ejemplo al caso del PNV, que en el Congreso peleó esta reforma y registró una iniciativa que ahora se obvia. Ante el anteproyecto, varios cargos de Unidas Podemos han insistido en que la propuesta socialista es insuficiente. “Ocultar secretos a la ciudadanía durante 50 años o más es tratarla como menor de edad. No es propio de democracias maduras tener miedo a conocer”, dijo en redes el presidente del grupo confederal en el Congreso, Jaume Asens.

Más duro se mostró el diputado Antón Gómez Reino, quien tildó de “inaceptable” el texto articulado por el PSOE. “Hay quien no quiere que se ponga luz sobre la Omertà”, interpretó. En una reciente entrevista con Europa Press, el portavoz Pablo Echenique ya apuntaba que era necesario dialogar más en la coalición sobre el anteproyecto, y defendió rebajar el plazo de desclasificación de documentos reservados a un periodo razonable, como 20 o 15 años. También apostó por cambiar el sistema de gestión de dicha información y que sea el Ejecutivo el que deba declarar qué materia es secreta, en lugar de que sea clasificada por defecto.