- Las previsiones se cumplieron y el PSOE unió ayer sus votos a los del PP, Vox y Ciudadanos para rechazar en el Pleno del Congreso la toma en consideración de la propuesta de los principales aliados parlamentarios del Gobierno, apoyados por Unidas Podemos, para permitir intervenciones en lenguas cooficiales en la Cámara, con la correspondiente traducción simultánea.

Se trata de una reforma del reglamento del Congreso que impulsaron Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, Compromís, Junts, PDeCAT, BNG, Más País y la CUP, y que se debatió el pasado martes en la primera sesión plenaria tras las elecciones andaluzas. En esa sesión, el nacionalismo catalán, vasco, gallego, valenciano, asturiano y aragonés desafió a la presidencia del Congreso cuando sus diputados hicieron valer sus lenguas hablando en la tribuna en su idioma propio. Aunque se les permitió unos minutos de intervención, a la mayoría se les retiró el uso de la palabra al ser amonestados en tres ocasiones

La proposición de ley, que pedía reformar el reglamento con el fin de que se puedan usar las lenguas cooficiales en las intervenciones en el pleno, en las comisiones parlamentarias y en los escritos registrados, fue rechazada ayer por 268 votos en contra, 71 votos a favor y 2 abstenciones (CC y Teruel Existe).

La propuesta de Podemos y los socios de investidura era que el Congreso continuase “la senda” iniciada por el Senado, donde el uso de estas lenguas está permitido para los debates de mociones en el Pleno y recientemente se tramitó, con apoyo del PSOE, una propuesta de Junts para universalizar su uso en todos los debates y trámites. La iniciativa votada ayer buscaba modificar el reglamento de la Cámara baja para que, en su artículo 6, se reconociera el derecho a intervenir en catalán, gallego o euskera, así como presentar los distintos escritos en las lenguas cooficiales.

Además, planteaba una nueva disposición adicional para garantizar los servicios de traducción simultánea al castellano de las iniciativas que se presenten al registro general y de las distintas comisiones, con la condición de que se publiquen en el Boletín del Congreso al menos en la lengua en la que fueron elaboradas y en castellano. Lo mismo demandaban en el caso de las intervenciones orales de los diputados, pautando la traducción simultánea en el Pleno y en las comisiones.

El PSOE ha venido descartando el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso alegando que el castellano es el único idioma reconocido en todo el Estado y la lengua común de todos los españoles, y remite a su uso en el Senado. PP, Vox y C’s han criticado que los nacionalistas quieran imponer sus lenguas a todos los españoles y han argumentado que su implantación en la Cámara baja supondría un elevado coste económico en tiempos de crisis. Lo que se permite actualmente es pronunciar citas o frases en lenguas cooficiales, facilitando la correspondiente traducción a los servicios de taquigrafía.

l Ampliar el uso de las lenguas. Al contrario que el cerrojazo en el Congreso, el Senado tiene pendiente un mandato del Pleno para ampliar la utilización de las lenguas cooficiales. Esta Cámara acordó en septiembre de 2021 abordar una reforma de su reglamento para extender el uso de las lenguas cooficiales a todas sus actividades y ahora el PSOE negocia cómo aplicarla. Actualmente, el Senado permite a sus miembros dirigirse al hemiciclo en sus propias lenguas solo cuando se debaten mociones.