La idea de un verano caliente sobrevuela desde hace días en la política vasca. Las discrepancias de los jóvenes críticos con la adaptación de la izquierda abertzale a la vida institucional se están dirimiendo por vías no demasiado diplomáticas, con pulsos también por la instalación de txosnas, y todo ello en puertas de la celebración de los principales festejos en las localidades vascas. El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, ha instado este miércoles en Onda Vasca a los movimientos juveniles disidentes de la izquierda abertzale a que "resuelvan sus diferencias de forma pacífica" sin "algaradas" ni "actuaciones violentas" en el espacio público.

Erkoreka volvió a aclarar que a él no le corresponde poner coto al debate interno dentro de ningún sector político, pero sí le corresponde hacer un llamamiento a las vías pacíficas para evitar que esos conflictos deriven en altercados públicos. Estas declaraciones han llegado después de que jóvenes integrantes de GKS hayan echado un pulso al Ayuntamiento de Hernani, de EH Bildu, a cuenta de la instalación de una txosna para la que no tenían permiso. Estos jóvenes se encerraron primero en el Ayuntamiento para denunciar su exclusión, y después montaron la txosna aunque no tenían permiso del Ayuntamiento ni de la comisión de fiestas, si bien lo hicieron en una zona más alejada del recinto festivo. Anteriormente, este clima de tensión derivó en algaradas en la Parte Vieja de Donostia.

Antes incluso de estos episodios, Erkoreka había constatado en una entrevista concedida a este periódico la marejada interna entre las juventudes de la izquierda abertzale, que mantienen un pulso en las redes sociales y buscarían la confrontación con la Ertzaintza para ganar posiciones en su pugna interna.

Este miércoles, en Onda Vasca, Erkoreka aseguró que no le corresponde "evitar que entre las organizaciones políticas haya disidencias o grupos que rompen con la matriz", pero sí pedir a "quien participe en un proceso de disidencia que tenga la fiesta en paz" y no trasladen este desencuentro al terreno de la seguridad pública.

ESCLARECER ATENTADOS

El consejero de Seguridad, por otro lado, se refirió a la ventana de esperanza que se ha abierto para el esclarecimiento del asesinato a los ertzainas Javier Mijangos y Ana Isabel Arostegi, y dijo que "no se puede descartar la posibilidad de esclarecer" otros atentados de ETA como ha ocurrido con el caso de estos dos agentes fallecidos en 2001 en Beasain. Erkoreka se refirió al caso concreto de estos dos ertzainas recordando que era una "espina" clavada en el corazón del propio Cuerpo policial, frustrado al no poder arrojar luz sobre el asesinato de sus dos compañeros, que además estuvo rodeado de una especial "odiosidad". No dijo más Erkoreka, pero Arostegi, por ejemplo, fue rematada en el suelo a disparos, cuando intentaba evitar el ataque.

Erkoreka atribuyó los avances al "trabajo sistemático y periódico" que lleva a cabo la Ertzaintza para revisar las informaciones con bases de datos policiales y los nuevos métodos científicos. Así se habría dado con la autoría de Mikel Carrera Sarobe. Los testimonios del momento subrayaron que Carrera no fue la única persona que intervino en el atentado y que "por lo menos, hubo otra más, probablemente una mujer".