- Tres ex directores adjuntos de la Policía se desmarcaron ayer de la red empresarial del excomisario José Manuel Villarejo, a quien uno de ellos describió como un agente “antena” que se encontraba “pulsando el ambiente” y se movía en “estructuras que proporcionan información” de interés policial. El juicio de la Audiencia Nacional a Villarejo por tres presuntos proyectos de espionaje alcanzó su trigésima jornada con los testimonios de tres exDAO (número dos del cuerpo): Agustín Linares (1987-1994), Pedro Díaz-Pintado (1996-2004) y Eugenio Pino (2012-2016).

Todos reconocieron que firmaron una carta en apoyo al excomisario donde admitían que sus actividades privadas sirvieron a los intereses de la Policía, pero también marcaron distancias al justificar que fue redactada por su primer abogado, que les pidió ayuda para conseguir que saliese en libertad. “Me limité a firmarla porque me lo pidió el abogado (...) Los que conocemos al señor Villarejo... eso es lo mínimo que podíamos hacer”, dijo Pino, el testigo que más entró en detalles sobre la trayectoria de este excomisario acusado por la Fiscalía de servirse de su función policial para llevar a cabo investigaciones privadas. Procesado con Villarejo por el presunto espionaje al extesorero del PP Luis Bárcenas (caso Kitchen), Pino relató que cuando advirtió a Villarejo de que no podía tener empresas éste le dijo que era “patrimonio familiar”.

Panamá, Andorra o Siria fueron algunos lugares donde viajó, pagado con fondos reservados, aunque Pino se desmarcó de todo detalle económico al sostener que él autorizaba esas entregas pero no las gestionaba. También el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán pidió la destitución de Villarejo en tres ocasiones, según Pino.

Menos explícitos fueron los otros exjefes policiales: Agustín Linares admitió que conocía que Villarejo tenía varias empresas antes de reingresar en la Policía en 1993, si bien no le consta que estuvieran autorizadas; y Díaz Pintado afirmó que no conoció esas sociedades mientras estaba en el cargo y añadió que la relación que tuvo con él fue “muy esporádica”.