- Han sido 1.328 días, más de tres años y medio, en prisión de forma ininterrumpida. Así que la emoción a la salida era palpable y lógica. De quienes les esperaban no era menos. Oihan Arnanz, Adur Ramirez de Alda y Jokin Unamuno abandonaron a las 9.30 horas la prisión de Zaballa acompañados de sus familiares tras haber accedido al tercer grado penitenciario, que les permite disfrutar de un régimen de semilibertad. Solo regresan a prisión para dormir de lunes a jueves. Ayer volvieron a su pueblo, donde tuvieron una comida con los suyos y por la tarde volvió a recordarse la injusticia del proceso y a exigir la libertad de Jon Ander Cob y Julen Goikoetxea, aún en prisión. Los padres de dos de los tres jóvenes condenados por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua mostraron su satisfacción, pero seguirán luchando para acabar con “esta injusticia”.
Ramírez de Alda, Unamuno y Arnanz recibieron las condenas más altas del Tribunal Supremo que superaban los 8 años y medio de cárcel. Desde ayer pasaron a una situación a la que accedieron el pasado diciembre Iñaki Abad y Aratz Urrizola tras cumplir la cuarta parte de su pena.
En declaraciones a los medios, Koldo Arnanz reconoció que cuando recibieron este jueves la noticia, el “tartamudeo” era “total”, “casi no acertábamos a hablar”. “La sensación es muy fuerte”, relató tras afirmar que su hijo decía al salir: “Hay mundo, detrás de estas paredes hay mundo”. Insistió en que desde el principio han luchado contra lo que consideran una “injusticia” y que su objetivo es que esto “acabe cuanto antes”. “Mientras no salgan Julen y Jon Ander, que son los que quedan por desgracia ahí dentro, seguiremos en la brecha peleando”, afirmó Arnanz. “Hoy a disfrutar y mañana a volver otra vez al trabajo”, describió. En la misma línea se manifestó Antton Ramírez de Alda, quien reconoció que ponen fin en “positivo” a una etapa de un proceso que ha calificado de “largo” y “ tremendamente injusto”.”Es una pena” porque les han “robado una parte de su vida”, aseguró.