Fallece la exministra Carmen Alborch, “feminista pionera”
Fue la primera mujer socialista al frente del Ministerio de Cultura, en la última legislatura de Felipe González
valencia - La exministra socialista de Cultura, Carmen Alborch, murió ayer en Valencia a los 70 años tras una larga enfermedad. Estuvo al frente del Ministerio entre 1993 y 1996, en la última legislatura de Felipe González, y, según coincidieron sus compañeros del PSOE, destacó por ser una adelantada del feminismo en España y una persona comprometida con el mundo de la cultura.
Alborch fue también diputada en el Congreso, concejala en el Ayuntamiento de Valencia y directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), así como escritora. El último acto público al que asistió fue el pasado 9 de octubre, cuando con motivo del Día de la Comunitat Valenciana se le entregó la Alta Distinción de la Generalitat en reconocimiento a su trayectoria, un acto institucional en el que estuvo presente el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que ayer la despidió con un mensaje en Twitter describiéndola como una “feminista pionera” además de “una mujer de principios y defensora a ultranza” de la cultura española.
La que fuera ministra de Cultura en el Gobierno de Felipe González, primera en un Gobierno socialista, se alejó de la actividad política en 2016, después de varias legislaturas como diputada y senadora, y se reincorporó como profesora honoraria a la Universitat de València.
Durante toda su vida reivindicó el feminismo y la igualdad entre hombres y mujeres, y en su discurso de hace quince días en la sede del Gobierno valenciano reclamó que el feminismo fuera declarado “patrimonio inmaterial de la humanidad”. - Efe
Más en Política
-
La UCO pide a Prisiones que le informe de las visitas que recibe Cerdán en prisión
-
Feijóo, tras la imputación de Montoro: "No hablaré ni de persecución de los jueces ni de pseudomedios"
-
Los Veintisiete ven prematuro decidir este viernes sobre la oficialidad del euskera: "Hay muchas dudas"
-
El PNV, preocupado por la sentencia del Supremo sobre el euskera: "Va en contra de la voluntad democrática de los ciudadanos"