Urkullu y Barkos reaccionarán en un acto conjunto al final sin autocrítica de ETA

Donostia - El lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta navarra, Uxue Barkos, pronunciarán hoy una declaración conjunta para valorar la desaparición de ETA. Los dos mandatarios han llegado a la conclusión de que esta fotografía era necesaria. La organización se ha despedido asegurando que nació del pueblo vasco y ahora regresa a él, proyectando la idea de que ha matado en nombre de los vascos. Los presidentes de las dos comunidades en cuyo nombre dice haber matado ETA darán hoy un paso al frente para realizar su propia lectura sobre tantas décadas de violencia y sobre el alivio que supone para la ciudadanía el cierre de esta etapa. Urkullu y Barkos leerán una declaración institucional a las 16.30 horas en el Palacio del Señorío de Bertiz, en Oronoz-Mugaire, en la comunidad foral navarra. Con este acto, marcarán un perfil institucional propio. Ninguno de los dos acudirá al acto que tendrá lugar en Kanbo, donde una multitud de agentes sociales y políticos darán fe de la disolución de ETA. Es un acto que no fue consensuado previamente, y ambos gobiernos han llegado a la conclusión de que era más prudente mantenerse al margen porque representan a todos los ciudadanos.

Ambos gobiernos han procurado mantener una posición conjunta en todo lo relacionado con la convivencia desde los momentos previos al desarme de abril del año pasado, con hilo directo y constante entre sus responsables de Convivencia, Jonan Fernández y Álvaro Baraibar. En las últimas jornadas han trabajado para reaccionar en una línea similar al comunicado de ETA. Ayer a la tarde decidieron hacerlo a través de una comparecencia conjunta. La gestión ha sido más compleja en el caso del Gobierno navarro, en el que conviven cuatro partidos, uno de los cuales es EH Bildu.

La disolución de la organización ha supuesto un alivio para los dos gobiernos. Además, la mayoría de los agentes políticos han reconocido que es una desaparición clara y definitiva, porque ETA no se reserva ninguna tutela sobre la izquierda abertzale y ha renunciado a pronunciarse nuevamente en el futuro. Por el contrario, no ha mencionado a las víctimas ni ha realizado un ejercicio de autocrítica. Los pronunciamientos de los partidos y las instituciones en la jornada de ayer se dirigieron a recordar a los afectados por la violencia para cubrir ese vacío, y afearon a ETA que no aprovechara la ocasión para hacer autocrítica y para corregir el pronunciamiento que hizo público hace unas jornadas, donde distinguía entre las denominadas víctimas colaterales y los objetivos premeditados de la banda.

En ese contexto, Urkullu y Barkos marcarán hoy un perfil propio con su acto en el Señorío de Bertiz. En su decisión de no acudir a Kanbo pesó, precisamente, el reciente pronunciamiento de ETA sobre el daño causado y su polémica distinción entre víctimas. Al Gobierno Vasco también le chirriaba que el acto se produjera en Iparralde, cuando prácticamente ningún asesinato de la organización se ha producido al otro lado de la muga, sino en Hegoalde y en el Estado español.

el palacio La elección del enclave de Bertiz no encierra un simbolismo político especial, más allá de haber escogido un entorno idílico para pronunciar la declaración. Se sitúa en un parque natural imponente, y a los dos líderes les ha parecido el lugar oportuno para escenificar una imagen solemne en un momento histórico, una elección que se produce en un contexto en el que todos los movimientos de ETA también se escenifican en parajes señoriales como el Palacio de Aiete o la Villa Arnaga de Kanbo. No es la primera vez que Barkos celebra un acto oficial en este emplazamiento. En 2015, se reunió en ese punto con el presidente de Aquitania, Alain Rousset, en un encuentro histórico para retomar los vínculos con la eurorregión tras la fase de incomunicación en la etapa de UPN.

El palacio de Bertiz es en la actualidad la sede habitual de conferencias, cursos y exposiciones relacionadas con la naturaleza. Es la antigua residencia de Pedro Ciga y Dorotea Fernández, y en la actualidad es un equipamiento de titularidad pública.