Cuando se cumplen casi tres años desde que fue nombrado lehendakari, Iñigo Urkullu ha dado el mismo paso que adoptaron sus predecesores y, desde la semana pasada, compagina la residencia oficial en Ajuria Enea con su domicilio en Durango, donde pernoctará “dos o tres noches a la semana”. Fuentes oficiales explicaron a este diario que el jefe del Ejecutivo vasco “no se ha mudado a Durango”, sino que sigue “trabajando y durmiendo en Ajuria Enea”. La decisión de compatibilizar ambas residencias obedece, por tanto, al deseo de “conciliar” su vida laboral y familiar, toda vez que los tres hijos de Urkullu y su esposa, Lucía Arieta-Araunabeña, no se habían trasladado de forma definitiva a Gasteiz para continuar con sus estudios.
Esta forma de proceder ha sido habitual en los sucesivos lehendakaris desde que el Gobierno vasco adquirió el palacio de Ajuria Enea en 1980 para convertirlo en la residencia oficial del presidente vasco. Es el caso de José Antonio Ardanza, que acudía los fines de semana a su chalet de Gautegiz-Arteaga. Posteriormente, el lehendakari Juan José Ibarretxe residía de viernes a lunes en su piso de Laudio, localidad de la que fue alcalde. Por último, Patxi López acudía a su vivienda en el bilbaino barrio de Miribilla siempre que la agenda se lo permitía, sobre todo en fines de semana. Se da la circunstancia de que, legalmente, los jefes del Ejecutivo de Gasteiz no están obligados a residir en la vivienda oficial propia de su cargo. Cuestiones como el fin de la violencia de ETA o un afán ahorrador también han servido en el pasado como argumento para poner en cuestión el uso de Ajuria Enea con este fin.
Este cambio en la rutina del lehendakari ha obligado a modificar “de la noche a la mañana” su servicio de protección, lo que provocó la reclamación a nivel interno del sindicato Euspel, mayoritario en los berrozis, ante el Departamento de Seguridad, ya que consideraba que la jefatura de la Unidad de Protección “estaba adaptando el servicio de una forma no acorde con las condiciones laborales” de los agentes. Su presidente, Txutxi Castelo, denunció que “ni siquiera comunicaron los cambios a Recursos Humanos” y aseguró a este periódico que la situación “está prácticamente reconducida”.
Desde el PP de la CAV criticaron, no obstante, que Iñigo Urkullu compatibilice Ajuria Enea con su vivienda familiar en Durango, y así el exalcalde de Gasteiz Javier Maroto calificó este hecho como “otro desprecio más a los vitorianos”. “Que a Urkullu no le gusta Vitoria es un secreto a voces”, añadió. El ex diputado general de Araba Javier de Andrés fue más allá y presentó una moción en la que insta a la Diputación a negociar con el Gobierno vasco la “reversión” del palacio de Ajuria Enea al patrimonio foral.