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Los acusados de Falange y Tradición niegan haber participado en los hechos

Contradicen sus palabras ya que en 2009 uno de ellos reivindicó las acciones en un comunicado

Los acusados de Falange y Tradición niegan haber participado en los hechosEFE

Donostia - Los tres miembros de Falange y Tradición acusados de delitos de amenazas y daños terroristas negaron ayer en el juicio pertenecer a la organización y haber participado en los hechos que se les imputan, por los que el fiscal pide para ellos siete años de cárcel. El juicio contra José Ignacio Irusta, Javier López Monreal y Borja Pérez Illera por los 19 actos vandálicos ocurridos en pueblos de Navarra en 2009 comenzó ayer en la Audiencia Nacional, siendo esta la primera ocasión en la que se acusa de delitos terroristas a miembros de un grupo de extrema derecha.

El primero de los acusados, Javier López Monreal, manifestó que no conocía Falange y Tradición salvo “por la prensa” y que “es totalmente falso” que participara en los hechos. López Monreal dijo que es militante del Frente Nacional y que, ya en la fecha de los hechos, temió que pudieran acabar “salpicándole” por pertenecer “a un entorno político patriota”.

En la misma línea, Pérez Illera tildó de “falsas” las imputaciones, precisó que sabe de Falange y Tradición sólo “a través de la prensa y de webs antifascistas”, y que “nunca” perteneció al grupo porque “es asqueroso y aberrante” que mezcle “falange y tradición, que no tienen nada que ver”. Preguntado por el fiscal sobre José Ignacio Irusta, añadió que acudió a “cenas” y “una misa en latín” a la que él le invitó, y cuestionado sobre si este trataba de inculcarle ideas de extrema derecha, dijo: “No sé a lo que se refiere con extrema derecha”.

Irusta también negó su pertenencia a Falange y Tradición y su participación en los hechos, y se definió como “patriota, carlista y tradicionalista”, lo que calificó de “deporte de riesgo” viviendo “en el norte de Navarra”. Subrayó que en la fecha de los hechos no estuvo en los lugares donde lo sitúa el fiscal, bien porque no los había visitado nunca, bien porque esas noches las pasó “en clubes de alterne”, pues en esa época “bebía bastante” y acudía a esa clase de locales “con mucha frecuencia”.

conclusiones Según el escrito de conclusiones provisionales del representante del Ministerio Público, el 11 de julio, el 19 de agosto y el 6 de septiembre de 2009 los acusados ejecutaron “acciones contra personas que pertenecen a la izquierda abertzale y al comunismo” para “atemorizarles” e instaurar un nuevo modelo político.

En la primera fecha, Irusta rompió una placa de homenaje a presos del franquismo del cementerio de Artica y escribió sobre ella Viva Cristo Rey, y el 19 de agosto dañó otra placa en homenaje a presos de la dictadura en el Alto de Igal (Vidángoz). Un día después y junto con los otros acusados, pintó en un coche del Ayuntamiento de Orkoien las frases Julio kontuz, mira debajo, Zerri comunista e hizo un dibujo del yugo y las flechas, según el relato del fiscal.

Además, todos ellos pintaron la bandera de España en la calle Dolores Ibarruri de la localidad, rompieron una escultura en recuerdo a los comunistas fugados del Fuerte de San Cristóbal en 1938 en el monte Ezkaba (Antsoain), y dañaron placas en memoria de los fusilados en los cementerios de Berrioplano y Aizoain. Por último, el 6 de septiembre, Irusta escribió en las instalaciones del repetidor de ETB en Codés Se anuncia próxima voladura y viva Cristo Rey.

El fiscal sostiene que Irusta reivindicó las acciones el 23 de septiembre de ese año mediante un comunicado remitido a la agencia Efe, extremo que el acusado negó ayer en la vista oral. En registros a las viviendas de los procesados se intervinieron una palanca de hierro, una estaca de madera, botes de pintura y notas que describían el itinerario para desarrollar las acciones.

El juicio continuará hoy y mañana en la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares. Hoy tomarán la palabra los testigos, entre los que se encuentra el exconcejal de Antsoain Koldo Plá y la txupinera de Bilbao en 2009, Sonia Polo. Las acusaciones particulares han pedido todas una pena mayor, de hasta 48 años de prisión, para los acusados en el juicio que mañana quedará visto para sentencia, seis años después de que se produjeran los sabotajes. - Efe