GASTEIZ. Cuando mañana sea nombrado lehendakari por mayoría simple, Urkullu dejará la presidencia del partido para respetar la tradicional "bicefalia" de este partido, que no permite compaginar puestos internos con públicos y de la que solo se permiten excepciones con los cargos parlamentarios, no con los ejecutivos.
Este vizcaíno, nacido en Alonsotegi en 1961 pero residente en Durango, es diplomado en Magisterio, está casado y tiene tres hijos veinteañeros.
Es un hombre serio, metódico, religioso y familiar, con fama de dialogante, de maneras educadas y con un discurso sin excesos verbales. Siempre sin perder su seriedad, es una persona accesible, discreta y afable en las distancias cortas.
Ha dado muestras de su talante dialogante como cuando retomó los contactos con el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, en octubre de 2008, tras cuatro años sin entrevistas entre líderes de ambas formaciones. Y ha mantenido también dos encuentros con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
BUENA RELACIÓN CON ZAPATERO
También fue notable la buena relación que tuvo con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, con el que llegó a varios acuerdos que causaron malestar en el socialismo vasco, con cuyo máximo representante, Patxi López, no ha mantenido una relación cercana.
Urkullu también recibió en octubre pasado en Sabin Etxea -la sede central del PNV, en Bilbao- a dirigentes de la izquierda abertzale en un encuentro que sirvió para "normalizar" sus relaciones.
El dirigente nacionalista, pese a haber sido parlamentario autonómico entre 1994 y 2007, ha desarrollado toda su carrera política en labores internas del PNV.
Su único cargo público ejecutivo fue el de director de Juventud de la Diputación de Bizkaia entre 1987 y 1994, y en el Parlamento Vasco presidió la comisión de Derechos Humanos entre 1999 y 2007, las legislaturas en las que Juan José Ibarretxe fue lehendakari, y en las que esa comisión elaboró la declaración de reconocimiento a las víctimas del terrorismo.
A los 23 años, en 1984, ya era miembro de la ejecutiva del PNV en Bizkaia, en la que permaneció de forma prácticamente ininterrumpida hasta 2007.
Desde que empezó en política en la segunda mitad de la década de 1980, formó parte del grupo de jóvenes cuadros del PNV de Bizkaia, llamados entonces "jobuvis" (acrónimo de jóvenes burukides vizcainos) que fue tomando el mando del partido en este territorio.
En 1996 el grupo demostró que controlaba ya el PNV de Bizkaia al derrotar al veterano Luis María Retolaza, el candidato apoyado por el entonces presidente del EBB, Xabier Arzalluz, en la elección para el Bizkai Buru Batzar, la ejecutiva vizcaina.
PRESIDENTE DEL EBB
En esa votación fue elegido presidente del EBB del PNV vizcaino otro veterano, Javier Atutxa, pero Urkullu logró auparse como número dos y portavoz de esa ejecutiva y cuatro años después, en 2000, le sustituyó al frente de Bizkaia cuando se retiró.
Urkullu accedió a la presidencia del EBB del PNV en diciembre de 2007, cuando fue el candidato de consenso entre los dos sectores del partido tras el abandono de la política de su antecesor, Josu Jon Imaz.
En enero de 2012 fue reelegido presidente del partido, pese a que durante su mandato el PNV perdió gran parte del poder institucional que tenía (el Gobierno Vasco había pasado a manos del PSE-EE, y las diputaciones de Gipuzkoa y Álava están gobernadas por Bildu y PP, respectivamente).
El PNV que él lideraba ganó las pasadas elecciones autonómicas celebradas el 21 de octubre, donde logró hacerse con 27 de los 75 escaños del Parlamento Vasco.
"Ser lehendakari es el mayor orgullo que un vasco puede tener", ha asegurado Urkullu, quien ahora se enfrenta a ese reto en medio de una importante crisis económica a la que hacer frente.